Fidel Castro
LA HABANA, (EFE).- El ex presidente cubano Fidel Castro afirma hoy, en una columna de prensa, que hay una “campaña orquestada contra China” por el “imperialismo”, en torno a los recientes sucesos del Tíbet, para deslucir los próximos Juegos Olímpicos.
"¿Por qué tanto se empeña el imperialismo en someter a China, de forma directa o indirecta, a un desgaste internacional?”, pregunta el líder cubano tras hacer un pormenorizado recuento de la historia de ese país.
“La campaña orquestada contra China es como un toque de clarín llamando a degüello para deslucir el merecido éxito del país y su pueblo como anfitriones de los próximos Juegos Olímpicos”, asegura el artículo.
El ex presidente, que cedió el mando a su hermano Raúl Castro el pasado 24 de febrero, recuerda que “el gobierno de Cuba emitió una declaración categórica de apoyo a China, respecto a la campaña contra ella vinculada al Tíbet”, y agrega que “fue correcta esa posición".
“China respeta el derecho de los ciudadanos a creer o no creer -prosigue-. Hay, en ese país, grupos de creyentes musulmanes, cristianos católicos y no católicos y de otras creencias, y decenas de minorías étnicas, cuyos derechos están garantizados en su Constitución".
“En nuestro Partido Comunista (cubano) -asegura Castro-, la religión no es obstáculo para ser militante. Respeto el derecho a creer del Dalai-Lama, pero no estoy obligado a creer en el Dalai-Lama".
“El Dalai-Lama, condecorado con la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, alabó a George W. Bush por sus esfuerzos en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos”, dice la columna, titulada “La victoria China” y difundida por los medios de prensa cubanos, todos estatales.
“La guerra en Afganistán fue calificada por el Dalai Lama como 'una liberación', la guerra de Corea como 'semiliberación' y la de Vietnam como 'un fracaso'”, agrega el líder revolucionario cubano, de 81 años.
Recuerda también Fidel Castro que China “es sumamente sensible a todo lo que se relaciona con la integridad de su territorio”, y aplaude el resultado de las elecciones del pasado 23 de marzo en Taiwán, en las que fue elegido presidente Ma Ying-jeou, del partido Kuomintang.
La elección de Ma es “una victoria política y moral de China” y “aleja del poder” en Taiwán al Partido Demócrata Progresista (PDP), que “estaba a punto de dar nuevos y funestos pasos”, añade el artículo.
"¿Por qué tanto se empeña el imperialismo en someter a China, de forma directa o indirecta, a un desgaste internacional?”, pregunta el líder cubano tras hacer un pormenorizado recuento de la historia de ese país.
“La campaña orquestada contra China es como un toque de clarín llamando a degüello para deslucir el merecido éxito del país y su pueblo como anfitriones de los próximos Juegos Olímpicos”, asegura el artículo.
El ex presidente, que cedió el mando a su hermano Raúl Castro el pasado 24 de febrero, recuerda que “el gobierno de Cuba emitió una declaración categórica de apoyo a China, respecto a la campaña contra ella vinculada al Tíbet”, y agrega que “fue correcta esa posición".
“China respeta el derecho de los ciudadanos a creer o no creer -prosigue-. Hay, en ese país, grupos de creyentes musulmanes, cristianos católicos y no católicos y de otras creencias, y decenas de minorías étnicas, cuyos derechos están garantizados en su Constitución".
“En nuestro Partido Comunista (cubano) -asegura Castro-, la religión no es obstáculo para ser militante. Respeto el derecho a creer del Dalai-Lama, pero no estoy obligado a creer en el Dalai-Lama".
“El Dalai-Lama, condecorado con la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, alabó a George W. Bush por sus esfuerzos en favor de la libertad, la democracia y los derechos humanos”, dice la columna, titulada “La victoria China” y difundida por los medios de prensa cubanos, todos estatales.
“La guerra en Afganistán fue calificada por el Dalai Lama como 'una liberación', la guerra de Corea como 'semiliberación' y la de Vietnam como 'un fracaso'”, agrega el líder revolucionario cubano, de 81 años.
Recuerda también Fidel Castro que China “es sumamente sensible a todo lo que se relaciona con la integridad de su territorio”, y aplaude el resultado de las elecciones del pasado 23 de marzo en Taiwán, en las que fue elegido presidente Ma Ying-jeou, del partido Kuomintang.
La elección de Ma es “una victoria política y moral de China” y “aleja del poder” en Taiwán al Partido Demócrata Progresista (PDP), que “estaba a punto de dar nuevos y funestos pasos”, añade el artículo.