República Dominicana no puede enfrentar la pobreza en que vive la mayoría de sus habitantes debido al estado de podredumbre que se evidencia en sectores de la administración pública, consideró ayer el director general de Aduanas.
El licenciado Miguel Cocco Guerrero, quien además es miembro del comité central del PLD formuló las consideraciones al manifestar preocupación por esa situación, que impide una mejor calidad de vida para los ciudadanos dominicanos.
Ante la situación denunciada, el funcionario exhortó a los dominicanos a convertirse en “guardianes defensores” de los bienes del pueblo ya a identificar a todos los funcionarios que no cumplen con su deber, que exhiban riquezas cuya procedencia no pueden demostrar y que ejercen sus funciones en desmedro de los recursos de la nación.
Cocco Guerrero agregó que si bien es cierto que en todos los gobiernos hay funcionarios que cometen actos de indelicadeza, no espera que en un gobierno presidido por un partido fundado por un hombre impoluto como el profesor Juan Bosch se incurriera en esas indelicadezas”.
Enfatizó el funcionaro que ante esa situación hace falta “una mano sancionadora y dura para ponerle coto a ese problema, e insistió en que será imposible que se puedan enfrentar los problemas de pobreza si se mantiene el nivel de podredumbre que se evidencia en muchos sectores de la administración pública.
Sin embargo, aunque cuestiona la conducta de algunos funcionarios, Cocco Guerrero dejó claro que el presidente Leonel Fernández no tiene ningún tipo de complicidad frente a los actos de corrupción que podrían cometer quienes manejan alguna institución estatal.
Afirmó que el gobernante ha demostrado ser “un hombre al que no le interesa el dinero, que no le interesa la acumulación personal.
Reiteró que en estos momentos de crisis, cuando los recursos están menguados y ausentes, es importante e impostergable que se sancione todo acto ilícito.
En consecuencia, planteó exigir que cada dominicano se convierta en un dedo acusador contra los funcionarios que no cumplen con su deber en las funciones que desempeñan.
Sobre la corrupción se pronunció también el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, quien se quejó de que los corruptos dominicanos roban el dinero privado y del pueblo para exhibirlos.
El magistrado sostuvo que la corrupción en el país es comparada con la hidra de la mitología griega que le atribuían tener varias cabezas que se multiplicaban a medida de que se la iban cortando.
Entiende el jurista que la falta de sanciones a los corruptos se convierte en estímulo para los que quieren enriquecer en poco tiempo con el menor esfuerzo, y rechazó que el mal endémico ni sistémico.
Otro que opinó en torno a la corrupción fue el doctor Pedro Justo Castellanos, quien entiende que el problema no es que se produzcan hechos de corrupción, que siempre se van a producir, sino que existan sistemas que permitan y promuevan la corrupción generalizada en nuestros gobiernos y sociedades.
Advirtió que la existencia de esos sistemas no siempre es ingenua ni casual, sino que, por el contrario, los mismos constituyen sistemas bien estructurados, bien definidos, bien decididos, que funcionan anacrónicamente en detrimento de los intereses colectivos, pero armónica y perfectamente de los intereses de individuos y grupos bien relacionados, social, económica y políticamente, que usan al Estado como una fuente rica, provechosa y fácil de enriquecimiento y de poder.
Castellanos fue director del Departamento de Prevención contra la Corrupción, que actualmente se denomina Departamento de Prevención contra la Corrupción Administrativa, al cual habría renunciado, decepcionado por la benignidad con que se traban los casos de corrupción manejados por esa entidad.
El licenciado Miguel Cocco Guerrero, quien además es miembro del comité central del PLD formuló las consideraciones al manifestar preocupación por esa situación, que impide una mejor calidad de vida para los ciudadanos dominicanos.
Ante la situación denunciada, el funcionario exhortó a los dominicanos a convertirse en “guardianes defensores” de los bienes del pueblo ya a identificar a todos los funcionarios que no cumplen con su deber, que exhiban riquezas cuya procedencia no pueden demostrar y que ejercen sus funciones en desmedro de los recursos de la nación.
Cocco Guerrero agregó que si bien es cierto que en todos los gobiernos hay funcionarios que cometen actos de indelicadeza, no espera que en un gobierno presidido por un partido fundado por un hombre impoluto como el profesor Juan Bosch se incurriera en esas indelicadezas”.
Enfatizó el funcionaro que ante esa situación hace falta “una mano sancionadora y dura para ponerle coto a ese problema, e insistió en que será imposible que se puedan enfrentar los problemas de pobreza si se mantiene el nivel de podredumbre que se evidencia en muchos sectores de la administración pública.
Sin embargo, aunque cuestiona la conducta de algunos funcionarios, Cocco Guerrero dejó claro que el presidente Leonel Fernández no tiene ningún tipo de complicidad frente a los actos de corrupción que podrían cometer quienes manejan alguna institución estatal.
Afirmó que el gobernante ha demostrado ser “un hombre al que no le interesa el dinero, que no le interesa la acumulación personal.
Reiteró que en estos momentos de crisis, cuando los recursos están menguados y ausentes, es importante e impostergable que se sancione todo acto ilícito.
En consecuencia, planteó exigir que cada dominicano se convierta en un dedo acusador contra los funcionarios que no cumplen con su deber en las funciones que desempeñan.
Sobre la corrupción se pronunció también el presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, quien se quejó de que los corruptos dominicanos roban el dinero privado y del pueblo para exhibirlos.
El magistrado sostuvo que la corrupción en el país es comparada con la hidra de la mitología griega que le atribuían tener varias cabezas que se multiplicaban a medida de que se la iban cortando.
Entiende el jurista que la falta de sanciones a los corruptos se convierte en estímulo para los que quieren enriquecer en poco tiempo con el menor esfuerzo, y rechazó que el mal endémico ni sistémico.
Otro que opinó en torno a la corrupción fue el doctor Pedro Justo Castellanos, quien entiende que el problema no es que se produzcan hechos de corrupción, que siempre se van a producir, sino que existan sistemas que permitan y promuevan la corrupción generalizada en nuestros gobiernos y sociedades.
Advirtió que la existencia de esos sistemas no siempre es ingenua ni casual, sino que, por el contrario, los mismos constituyen sistemas bien estructurados, bien definidos, bien decididos, que funcionan anacrónicamente en detrimento de los intereses colectivos, pero armónica y perfectamente de los intereses de individuos y grupos bien relacionados, social, económica y políticamente, que usan al Estado como una fuente rica, provechosa y fácil de enriquecimiento y de poder.
Castellanos fue director del Departamento de Prevención contra la Corrupción, que actualmente se denomina Departamento de Prevención contra la Corrupción Administrativa, al cual habría renunciado, decepcionado por la benignidad con que se traban los casos de corrupción manejados por esa entidad.