TEMA DE FONDO CON JUAN T H

HUGO CAYO EN UN GANCHO
JUAN T H

Cuando el prestigioso historiador, abogado y profesor Hugo Tolentino Dipp aceptó presidir la Comisión Organizadora de la Convención del Partido Revolucionario Dominicano, muchos se llenaron de fe y esperanza. Y no era para menos. Hugo es hombre íntegro, incapaz de hacer nada en contra de sí mismo, ni de sus principios. Hugo no es una marioneta, ni un títere de nadie. N o es un pusilánime, ni un mequetrefe. Con esos valores Hugo era una garantía de transparencia para todos los perredeístas.

Acostumbrado a manejarse dentro de un esquema de normas y principios, Hugo creyó que encontraría respaldo absoluto, que sus decisiones serian apoyadas sin reservas por las altas instancias del PRD, pero no ha sido así. La razón es simple: Hugo no representa ningún grupo dentro del PRD; no tiene hacha que afilar en contra de nadie. No está a favor ni en contra de nadie. No tiene candidatos preferidos. Simplemente aceptó dirigir el proceso convencional para contribuir, para ayudar a que el PRD saliera unido de la Convención, listo para enfrentar de manera airosa al presidente Leonel Fernández y al Partido de la Liberación Dominicana.

Sin embargo Hugo ha encontrado escollos muy fuertes que le han impedido cumplir su misión. No ha sido fácil garantizar la voluntad de las bases expresadas en las urnas; no ha sido fácil garantizar la victoria de los que ganaron en buena lid. Como tampoco ha sido fácil garantizar que se respete la democracia interna, ni los valores y principios que le dieron razón de ser al PRD. Hugo ha estado nadando contra la corriente, contra la fuerza del dinero y la inmoralidad que parecen ser los pilares fundamentales del “Nuevo PRD”.

Enmanuel Esquea Guerrero se marchó de la Comisión Organizadora de la Convención. Saltó del barco cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Hizo bien. Hugo decidió quedarse. Hizo bien. Si no fuera por Hugo miles de impugnaciones estarían en la Junta Central Electoral, porque la verdad es que las vagabunderías y bellaquerías que se han hecho en el PRD nadie las sospecha. Regidores y síndicos que ganaron sus convenciones aparecen como perdedores. Una verdadera mafia está operando a espaldas de Hugo para que ganadores aparezcan como perdedores. Y viceversa.

Lamentablemente Hugo no tiene muchos colaboradores en la Comisión que preside. A la mayoría sólo le interesa que los candidatos congresuales y municipales pertenezcan al grupo del presidente del partido. Tratar de convertir al PRD en un Comando de Campaña Electoral para utilizar sus recursos económicos de manera unipersonal, es algo que ni Peña Gómez hizo. Esa actitud sectaria, torpe, improductiva, es la que llevará al PRD a una derrota electoral dolorosa el próximo 16 de mayo. ¡Y el responsable no será otro que Miguel Vargas! Como van las cosas, con Miguel Vargas el PRD no avanzaremos en el 10 y será difícil que llegue al 12. A menos, claro, que el barco cambie de rumbo y de capitán.

Hugo Tolentino Dipp es un hombre que merece el respeto de todos sus compañeros de partido. No puede caer sobre sus hombros la responsabilidad de lo que ha pasado en el PRD, porque no la tiene. Todos saben de su entereza, de su vocación de servicio, de honorabilidad política. Ojalá que su prestigio, bien ganado, no salga lastimado, en lo más mínimo, de éste proceso de escogencia de los candidatos congresuales y municipales del PRD. Las bases del partido deben exonerar al bueno de Hugo de los desmanes que se han cometido en el PRD, que vulneran la voluntad de las bases y la democracia interna. Hugo no es hombre de falsas promesas, de fraudes y engaños. Hugo es, ya lo he dicho, una reserva moral del PRD y de la sociedad dominicana.