Por Ruben Dario Lora
EL DOMINIO DEL PODER, PUEDE DURAR PARA SIEMPRE
El dominio del poder, puede durar para siempre... Eso creen muchos que se envanecen por este poder y creen que el mundo les pertenece y junto con él todos las personas de ese entorno.
Por ese motivo se convierten en personas soberbias de más; esto a su vez les hace irritantes, prepotentes, creídos de sí mismos, altaneros, intolerantes, egoístas y falsos porque la mentira y la simulación es como su propia piel y de sus efluvios no se salva ningún mortal que se les acerque.
Son personas cuyas vidas se desenvuelven en el oropel y la fatuidad.Todos ellas sólo viven el hoy, el momento, el presente. No piensan en el pasado y por lo tanto olvidan a sus amigos verdaderos, quienes les querían por lo que son, no por lo que ahora tienen o representan. Buscan nuevos amigos que no son más que aduladores y mentirosos.
Sin embargo, la realidad es otra y por esto de poder y simulación; se imaginarán que nos referimos a los políticos, a quienes ostentan cargos, puestos, direcciones. Ellos deberían leer, aprender y practicar lo que significa servir y no servirse y actuar al compás del servicio. El servicio es sinónimo no sólo de dar, sino de darse; de generosidad, de compartir con el otro, de tener empatía poniéndose en su lugar, de solidaridad, de manifestar pasión por el bien y demostrarlo cada vez que se tiene ocasión de hacerlo.
Estos años de fama, de gloria, a veces perecen en el intento y mueren de tanto usarlos. Claro que a muchos les dura más que a otros; pero, sin lugar a dudas llega a su final. A veces estos administradores del poder, ni cuenta se dan cuando este final llega porque el destello de luz que el poder arroja les enceguece y no les permite ver más allá de sus propias narices.
Ahora, está el hecho de saber reconocerlo, y, saber cuando es el momento de anunciar la retirada con honor. Muchos terminan retirándose a tiempo y temprano en su carrera politica porque no saben tratar a sus iguales: las personas que con sus votos le regalaron ese puesto, les confiaron sus esperanzas y desde el principio han tenido un mal manejo dentro del tren administrativo, en todos los sentidos, permeado por los desaciertos y simplemente creyendo que lo están haciendo bien y no es más que pura demagogia a sus seguidores, partidarios y gente del pueblo.
Son personas cuyas vidas se desenvuelven en el oropel y la fatuidad.Todos ellas sólo viven el hoy, el momento, el presente. No piensan en el pasado y por lo tanto olvidan a sus amigos verdaderos, quienes les querían por lo que son, no por lo que ahora tienen o representan. Buscan nuevos amigos que no son más que aduladores y mentirosos.
Sin embargo, la realidad es otra y por esto de poder y simulación; se imaginarán que nos referimos a los políticos, a quienes ostentan cargos, puestos, direcciones. Ellos deberían leer, aprender y practicar lo que significa servir y no servirse y actuar al compás del servicio. El servicio es sinónimo no sólo de dar, sino de darse; de generosidad, de compartir con el otro, de tener empatía poniéndose en su lugar, de solidaridad, de manifestar pasión por el bien y demostrarlo cada vez que se tiene ocasión de hacerlo.
Estos años de fama, de gloria, a veces perecen en el intento y mueren de tanto usarlos. Claro que a muchos les dura más que a otros; pero, sin lugar a dudas llega a su final. A veces estos administradores del poder, ni cuenta se dan cuando este final llega porque el destello de luz que el poder arroja les enceguece y no les permite ver más allá de sus propias narices.
Ahora, está el hecho de saber reconocerlo, y, saber cuando es el momento de anunciar la retirada con honor. Muchos terminan retirándose a tiempo y temprano en su carrera politica porque no saben tratar a sus iguales: las personas que con sus votos le regalaron ese puesto, les confiaron sus esperanzas y desde el principio han tenido un mal manejo dentro del tren administrativo, en todos los sentidos, permeado por los desaciertos y simplemente creyendo que lo están haciendo bien y no es más que pura demagogia a sus seguidores, partidarios y gente del pueblo.
Existen muchos politicos que al reconocer que ya estan en decadencia, sea cual sea el motivo, empiezan a poner zancadilla y a torpedear las buenas acciones de los demás; no quieren dar paso a los otros, teniendo la tarea de elegir o sugerir un gran relevo se comportan de forma infantil, siempre con un gran temor, sin optar por nadie en particular y tratando de tener su cuota de poder político hasta la hora de su muerte.Como el ejemplo que cumplió esta realidad, cabalmente: Joaquín Balaguer.
Los politicos no quieren perder su poder: ni politico, ni economico, ni social; optan por restablecer su poder sin importar quien caiga, la mayoría de las veces, buscan su relevo, como se dice en el argot popular; para ellos seguir siendo el poder detrás del trono. De manera que será alguien manipulable, débil de carácter, complaciente y eternamente agradecido de haber sido elegido por este dios moderno.
Estos casos se vienen dando en los partidos de la Liberacion Dominicana, Revolucionario Dominicano, Reformista Social Cristiano y otros que no merecen una mención ya que son mercaderes de la política dominicana, llegando a utilizar como local hasta las propias habitaciones de su casa, con tal de tener una representación física y reclamar parte del botin ante la Junta Central Electoral.
Hay políticos que le ofrecen villas y castillos a sus seguidores, a periodistas, ingenieros, locutores, en fin, a profesionales y a no profesionales; siempre hacen ofertas tentadoras y temerarias, solamente con un fin: sacarlos de circulación y enterrarlos como profesionales y entes sociales de la comunidad para la que trabajan.
Hay muchos periodistas que se han tragado este anzuelo, otros se dan cuenta de la trampa, no aceptan y a esos políticos se les va el tiro por la culata. Muchos cuando vienen a darse cuenta es tarde; porque han ido directo a la destrucción moral. Que Dios nos coja confesados, huyamos de esas ofertas que vienen llenas de cosas buenas y parecen realizar nuestros sueños.