VARIAS NOTAS DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA EMBAJADA DE CUBA EN R. D.

invitacion:
La Universidad Autónoma de Santo Domingo, en coordinación con la Campaña de Solidaridad con Cuba y la Embajada de la República de Cuba
Invitan al
FORO POR LA LIBERTAD DE LOS CINCO HÉROES CUBANOS PRESOS EN CÁRCELES DE ESTADOS UNIDOS
Invitados
Dip. Magali Llort, Madre de uno de los Cinco
Dr. Rafael Anglada, miembro del equipo de defensa de los Cinco
Lugar: Paraninfo de la Facultad de Economía, UASD
Fecha: Lunes 22 de marzo de 2010
Hora: 5:00 PM

El silencio del Parlamento europeo
LEYLA CARRILLO RAMÍREZ *

La memoria puede jugar una mala pasada, incluso a los instrumentos más eficaces de la política de los países desarrollados. Aquellos que definen lo que es bueno o malo, magnifican las deficiencias de los demás, los clasifican y se arrogan el derecho de indicarles la conducta a seguir, de acuerdo con sus propios modelos. Juzgar a otros no es un simple entretenimiento, sino que aplica una propaganda diferenciada para estigmatizar a quienes son censurables, en un ejercicio peligroso que linda con la injerencia en sus asuntos internos.
Definir la mala conducta es un artilugio que puede maravillar a los más eruditos en el quehacer internacional. Por ejemplo, en la clasificación emanada de las instituciones de la Unión Europea sobre el resto del mundo, resulta más evidente la ecuación. Sus estados miembros se hallan en la primera categoría, les siguen los estados aliados (sin importar los desatinos que cometan) y, en último lugar —aunque constituyan la mayoría del planeta, reconocida por la Organización de Naciones Unidas— están los terceros estados. Queda claro que a estos últimos hay que "orientarlos", monitorearlos, censurarlos y hasta castigarlos si es preciso.
La historicidad obliga. En 1996 el Consejo de la Unión Europea impuso la Posición Común, que todavía condiciona las relaciones bilaterales al "comportamiento y respuesta del régimen cubano". La citada Posición se suma al bloqueo estadounidense, pero a la usanza elegante de los europeos. Las campañas orquestadas contra Cuba no son nuevas. En los años 2004, 2006 y 2007, el Parlamento Europeo emitió resoluciones sobre "la situación de los derechos humanos en Cuba". Por esas razones a nadie debe sorprender la Resolución del reciente 11 de marzo.
¿Cómo se aprueba una Resolución? No es tan simple: los diputados se familiarizan con las opiniones "fiables" que circulan sobre un país determinado. Los sucesos son agigantados desde Washington y por la prensa de los países más industrializados; se incorporan las inquietudes de algún parlamentario que visite el país aludido, se reúna con los "disidentes" prefabricados desde el extranjero, exageran las transgresiones contra los que —presumiblemente— sufren limitaciones en sus derechos o los que reciben alguna ayuda exterior (puede ser desde una Embajada acreditada por un país europeo), una interconexión por Internet, premios rimbombantes y bien remunerados o equipos sofisticados, contrabandeados para que sus trasmisiones circulen rápidamente hacia el extranjero.
Así se procrean las censuras que, en el 90% de los casos, gravitan sobre los países subdesarrollados y son refrendadas en sesiones europarlamentarias, regulares o de urgencia, según la gravedad interpretada por las elites que gobiernan en los países desarrollados. Su finalidad no es otra que magnificar los defectos y las deficiencias sobre la gobernabilidad, el cumplimiento del Estado de derecho, la democracia, el respeto a los derechos humanos individuales y todo aquello que conforma el complejo entramado de la libertad personal o empresarial.
La elocuencia de los legisladores está íntimamente vinculada a los objetivos de las fuerzas gobernantes del mundo desarrollado: censurar para suspender la colaboración o ayuda, o simplemente condicionarla, criticar sistemáticamente para denigrar al gobierno que les estorba o recrear un ambiente propicio para intervenir —si así se decide— mediante una Resolución más estratégica que sometan al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. (1)
La Resolución contra Cuba aprobada el 11 de marzo por amplia mayoría del Parlamento Europeo (509 votos a favor, 30 contrarios y 14 abstenciones de un total de 736 parlamentarios) se inscribe en el acecho contra los países subdesarrollados. Es explícita respecto a los periodistas independientes, deplorando la ausencia de todo gesto oficial para liberar inmediata e incondicionalmente a los denominados "presos políticos y de conciencia" (aunque se trate de delincuentes comunes), así como arremete contra la inatención a las reiteradas demandas del Consejo y del Parlamento europeos al gobierno cubano.
Para no perder la costumbre, una vez más el Parlamento Europeo instiga contra Cuba, en medio de la propaganda urdida por los intereses imperiales —estadounidenses o no— cuyo detonante fue el fallecimiento de un huelguista de hambre. Repiten las exigencias que solo imponen a los terceros estados. No es iluso pensar que el extraño privilegio de Cuba, Venezuela, Irán o la República Popular China en las Resoluciones del Parlamento Europeo, persiguen un objetivo común: cuestionar la política interna y exterior, magnificar los problemas de países cuya trayectoria progresista, desarrollo económico o política diferenciada, "preocupa" a quienes dictaminan qué puede o no hacer cada quien en uso de su soberanía nacional.
La elocuencia del Parlamento Europeo, sin embargo, evidencia lapsus en su memoria legislativa. Si de los derechos humanos se trata no es ocioso recordar a la mayoría de sus diputados que la repetición anual (y hasta semestral) de resoluciones sobre la violencia y la desigualdad de géneros y la sistemática violación de los derechos de las minorías, llevan más de un lustro, sin resultados concretos.
Resulta significativo el "olvido", en las actuales circunstancias, de que en uno de los más prominentes estados miembros de la Unión Europea se dejó morir en 1981 a diez huelguistas de hambre que reclamaban el status de prisioneros políticos, uno de los cuales —Bobby Sands— había sido elegido miembro del Parlamento británico pocas semanas antes de fallecer por inanición. Entre los crímenes silenciados hoy por el Parlamento Europeo todavía se escuchan las voces de las ejecuciones extrajudiciales perpetradas en España por el GAL. (2)
Hablan menos aún sobre el prolongado trato inhumano en celdas de castigo o en el corredor de la muerte en las prisiones del aliado estadounidense, y de la injusta prisión durante once años de los cinco Héroes cubanos combatientes contra el terrorismo.
Tampoco emiten resoluciones sobre los inmigrantes expulsados o internos en campos semejantes a los del siglo XX. Todavía se espera una resolución con motivo del asesinato en Milán de un opositor a la Cumbre del poderoso Grupo de los 8 y están pendientes pronunciamientos por la represión policial contra los manifestantes defensores del clima durante la Cumbre de Copenhague en diciembre pasado. Seguramente perdurará el silencio del Parlamento Europeo sobre las reprimendas físicas contra quienes protestan en Grecia contra la situación impuesta por la crisis. Para muchos habitantes en los países pobres queda claro que para el mundo industrializado, los seres mencionados "ponen en peligro la seguridad de la UE" y los otros son sencillamente terroristas.
Otro ejercicio memorístico sería que los ciudadanos del Tercer Mundo clasifiquen las resoluciones donde hubiera sido preferible el SILENCIO del Parlamento Europeo ante tanta verborrea utilizada. Por ejemplo: ¿por qué la Resolución del 2008 sobre los vuelos secretos y las torturas en Guantánamo solicitó gentilmente a Estados Unidos que cerrara el eufemístico centro de detención, mientras dedicó la mayoría de sus párrafos a censurar al gobierno cubano?
Otra pregunta consistiría en conocer las motivaciones para alusiones tan sistemáticas sobre los ataques de Hamas contra Israel, que justifican el genocidio cometido por el país amigo contra Palestina. Precisar, además, si existe el proyecto de una resolución condenatoria de los "errores logísticos o casuales" de soldados ciudadanos de países de la Unión Europea cometidos en Afganistán o Iraq. Precisamente, repasando las resoluciones europarlamentarias, instigar a que utilicen la violencia los budistas tibetanos contra el gobierno chino se ha convertido en una práctica, que procura enardecer a la opinión interna y mundial contra el país socialista, cuando precisamente, una de las características de quienes profesan esa religión es la no violencia.
Sobre América Latina se dejó ver una actitud consecuente del Parlamento Europeo respecto a los golpistas hondureños. Contrasta con la Resolución que mostraba "gran preocupación por la situación en Nicaragua". Y si de América Latina se trata, Venezuela es objeto de un seguimiento pertinaz por los europarlamentarios: la Resolución de mayo del 2009 constituyó un acto antidemocrático —para aquellos que tanto velan por ella—, cuando solamente con 27 votos a favor (el 4% de los diputados) respaldó al "opositor" Manuel Rosales y "se preocupó por el deterioro de la situación la concentración del poder y el creciente autoritarismo del Presidente venezolano" ¡Maravillas del parlamentarismo representativo!
La Resolución aprobada en Estrasburgo se inscribe en la práctica cotidiana de los actos legislativos acometidos por el Parlamento Europeo. Un antiguo proverbio señala: "cuando no tengas algo mejor que el silencio, permanece callado". Hubiera sido preferible que los diputados que votaron contra Cuba se sumiesen en el SILENCIO, pero su vocación de guardianes universales absolutos de los derechos humanos los ha alentado una vez más.
· Centro de Estudios Europeos
Notas:
1. CEE, "Manual para una Intervención", Informe 91,18/07/08
2. GAL: Grupo Antiterrorista de Liberación.

Partidos de izquierda de 43 países condenan compaña contra Cuba

CIUDAD DE MÉXICO, 14 de marzo.— Partidos de izquierda de 43 países condenaron hoy la campaña mediática contra Cuba, con motivo de las huelgas de hambre realizadas por contrarrevolucionarios al servicio de una potencia extranjera.
La resolución fue aprobada por las 104 organizaciones de América Latina, el Caribe, Asia y África, participantes en el XIV Seminario Internacional Los Partidos y una Nueva Sociedad, informó PL.
Organizado por el Partido del Trabajo, el evento se distinguió por su respaldo a la lucha que libran diversos pueblos contra las ansias de dominación imperialista a escala global; en ese contexto, el caso Cuba fue apreciado como un ejemplo de dignidad, decoro y resistencia.
Los cientos de delegados al Seminario llamaron a los partidos políticos de izquierda y fuerzas democráticas y progresistas de todo el mundo a condenar estas nuevas agresiones sobre la Isla, y demandaron el cese de todo tipo de injerencias en los asuntos internos de la nación caribeña.
Reclamaron el levantamiento del criminal bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba y la inmediata liberación de cinco cubanos prisioneros injustamente en cárceles norteamericanas por combatir el terrorismo.

Vetan en España la presentación de Miguel Bosé por declaraciones sobre Cuba

La presentación del cantautor español Miguel Bosé ha sido vetada en un municipio de la comunidad de Valencia, tras declarar que censura era lo que se había ejecutado contra una exposición de fotografía en un museo local, defender a Willy Toledo frente al linchamiento de la prensa española por opinar sobre la campaña mediática contra Cuba y abogar por el diálogo con la Isla.
De acuerdo con el diario valenciano Torreguía, el Ayuntamiento de Torrevieja estaba en negociaciones para que el artista actuara en esa localidad este verano sin que hubiera trascendido hasta ahora, pero el portavoz del PP, Joaquín Albaladejo, manifestó que “las negociaciones se han roto” por sus “excesivas” declaraciones.
“Nos da la sensación de que con estas declaraciones es el propio Bosé el que ha querido alejarse de la Comunidad Valenciana”, señaló Albaladejo, quien acusó al cantante de demostrar “poco afecto por nosotros”.
Más tajante se mostró el delegado de Juventud del PP, José Manuel Pizana, afirmando que Bosé “no es digno de venir a esta tierra”, por considerar que se ha dedicado a “vilipendiar” y “tirar por tierra” a la Comunidad Valenciana.
Por su parte, la responsable de Cultura del PSOE en la provincia de Alicante, Marylène Albentosa, “la censura de Bosé en Torrevieja sólo es una muestra más de la degradación absoluta del PP”, afirmando que “esto está afectando también a muchos artistas valencianos”.
También ha sido creada una plataforma ciudadana en Facebook por personas no afines al PP bajo el nombre “Contra la censura a Miguel Bosé en Valencia y por la libertad de expresión“, donde instan a Pizana a “reconsiderar la decisión” y se preguntan:
“desde cuándo en España se cancelan conciertos por manifestar libremente una opinión que para nada es falsa. A Miguel Bosé le cierran las puertas por decir algo que la gran mayoría de los españoles pensamos”.

De mi disidencia no vivo yo

Max Lesnick

A mí no me duelen prendas en admitir que estoy en franca minoría con respecto al resto de mis compatriotas cubanos que viven en el sur de La Florida. Sabemos y no creo que haga falta repetirlo, que mis puntos de vista con respecto a la política de Estados Unidos hacia Cuba no son compartidos por la mayoría de mis coterráneos que viven en Miami, lo que me convierte en un verdadero “disidente”. Aquí estar contra el bloqueo a Cuba y abogar por las mejores relaciones entre Cuba y Estados Unidos es un pecado capital.
Discrepar de los más, desde una posición minoritaria, me convierte en un ente extraño en Miami. Ser aquí un “disidente” puede ser algo peligroso. Años atrás, cuando Miami era “la ciudad de las bombas”, hubo once atentados terroristas contra la revista “Réplica”, una publicación semanal de gran éxito de la que yo era director.
Intentos de asesinatos contra mi persona no faltaron en aquellos tiempos, cuando por escribir lo que pensaba sin temor ni favor, me llevó al camino de la discrepancia para convertirme en uno de los primeros exilados “disidentes” de Miami.
No voy a negar que si bien tengo muchos amigos y compañeros de ideas que respaldan mi posición, para los más extremistas de la derecha, soy un "execrado”. Un "comunista” que merece el castigo infame de morir carbonizado en una pira incendiaria en la esquina del restaurante Versalles de la calle ocho de la Pequeña Habana.
Sin embargo mi "disidencia” no me lleva a declararme en "huelga de hambre” suicida, en protesta porque el gobierno norteamericano no me complace en mis deseos de cambiar su política exterior en relación con mi país de origen, o porque la Casa Blanca no decreta la libertad -como podría hacerlo de un plumazo el presidente Barack Obama- de los cinco cubanos antiterroristas presos en cárceles norteamericanas que cumplen injustas y largas condenas de cárcel, mientras connotados terroristas como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch gozan de plena libertad en Miami y son considerados “héroes” por la extrema derecha del exilio cubano.
Disentir de los demás, aunque sea desde una posición equivocada según el sentir y pensar de los otros, no constituye en sí un acto criminal. Pero si bien discrepar de la mayoría es un derecho inobjetable que debe ser respetado por todos, gobernantes y ciudadanos, esa actitud contestataria no puede servir en mi opinión para encubrir conductas que conlleven contubernios con gobiernos extranjeros y mucho menos si quienes se prestan a tales rejuegos están motivados por mezquinas razones económicas.
Vivo desde hace muchos años en Miami y he aprendido a convivir en una ciudad donde reina la intolerancia y el extremismo político más irracional. Algo que tiene que ver más con los cubanos que con los norteamericanos. Me duele decirlo pero es la verdad, para vergüenza de mis compatriotas cubanos. En mi caso mi “disidencia” es respetuosa para las costumbres y leyes del país donde resido, expresando siempre lo que pienso sin cortapisas ni sordinas.
Para mi no es nada fácil ser un cubano "disidente” en Miami. Aunque si de algo estoy orgulloso es que puedo decir en alta voz que nadie me paga por lo que hago o por lo que digo. Que nunca he cobrado, ni ayer ni hoy, salario alguno de un gobierno cubano o extranjero. Por lo menos de mi "disidencia” no vivo yo.

El ensañamiento enfermizo de Prisa y El País contra Cuba

Antonio Morales

El grupo editorial Prisa y su periódico insignia El País han vuelto a demostrar que su ensañamiento hacia Cuba es enfermizo y visceral, al liderar una nueva campaña mediática que contra la Isla caribeña se protagoniza especialmente en España, «casualmente» cuando este Estado ibérico tiene a su cargo la presidencia semestral de la Unión Europea (UE).
Sobre este tema han insistido en estos días varios prestigiosos intelectuales europeos y latinoamericanos. El académico argentino Atilio Borón escribió en Rebelión acerca de la «proverbial falta de escrúpulos» del diario madrileño, que alimenta «los prejuicios de una gran parte de los lectores de ese periódico que no siempre tienen tiempo, posibilidad o interés en corroborar la veracidad de las informaciones que les proporcionan los grandes medios de comunicación».
No cabe la menor duda que El País ha utilizado otra vez a los contrarrevolucionarios en Cuba pagados por Estados Unidos y sus aliados, para intentar conseguir su objetivo de desacreditar a la Revolución en la mayor de las Antillas, y en esta ocasión evitar además que la UE adopte de una vez por todas una postura independiente y ponga fin a la injerencista Posición Común que aprobó por instancias del Sr. Aznar en 1996.
La más reciente campaña desenfrenada y sin escrúpulos del referido periódico se desató coincidiendo con el inicio en enero pasado de la presidencia española de la UE, y después que las autoridades de Madrid insistieron en varias ocasiones en que «los 27» (por el número de países que integran dicha Unión) deberían analizar variar su conducta hacia Cuba, o lo que es lo mismo, rectificar la frustrada Posición Común hacia la nación latinoamericana.
Desde entonces las páginas de El País han estado abarrotadas de artículos infames e infundados, algunos elaborados desde su central y otros por su corresponsal en La Habana, Mauricio Vicent, quien en reiteradas ocasiones ha falseado la realidad que vive Cuba, y sin embargo esconde cuanto hace y ha hecho el pueblo de esa Isla en medio de la guerra económica, comercial y financiera que Estados Unidos le aplica por más de medio siglo.
El corresponsal de El País en La Habana y su periódico silencian una y otra vez las violaciones de los derechos humanos que sufren Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas respectivas de Gerardo Hernández y René González, dos de los cinco cubanos antiterroristas que injustamente permanecen presos en cárceles de máxima seguridad de Estados Unidos. A Olga y Adriana se les impide viajar a territorio norteamericano y ver a sus cónyuges desde hace más de diez años, y sin embargo el mismo diario español, que aún desvergonzadamente se autotitula de «izquierdas», no ha dedicado ni una sola línea a ese tema.
Mauricio Vicent, quien vive en La Habana desde hace muchos años, conoce muy bien cuántos cubanos han sido víctimas de las continuas agresiones terroristas contra la Isla, financiadas y orquestadas por Washington y sus secuaces en Miami, y también en Madrid. Igualmente sabe quiénes son los llamados «disidentes», y que subsisten y son alimentados gracias al financiamiento que reciben de Estados Unidos y otros estados europeos que se prestan para hacerle el juego a Washington.
De nada de ello su corresponsal y El País escriben una línea, porque su objetivo ha sido tradicionalmente atacar a Cuba y desacreditar a su Revolución, faltando a los más elementales principios del periodismo de ser objetivo y veraz. Por ello coincido con Atilio Borón cuando señala «la catadura moral de medios como El País y otros similares, que ponen su inmenso poder mediático, formador y deformador de conciencias, al servicio de las más innobles causas».

Ambrosio Fornet: No se trata de un debate sobre la lengua
¿Quiénes participarían?
Te advierto que cuando recibimos la primera lista, Yoani, la bloguera, no estaba. Para nada. Nos hubiéramos caído de espalda o de frente y nos hubiéramos roto la nariz. Lo que he leído de Yoani son dos o tres crónicas, todas muy hostiles a la Revolución. Ahora bien, desde el punto de vista del lenguaje no aporta nada. ¿Qué ocurre? ¿Es que de pronto el ciberespacio y los blogs son importantes en el desarrollo de la lengua? Me alegra mucho saberlo. Mira, voy a hacer un pronóstico, y anótalo para que te prepares sicológicamente: antes de dos años esta muchacha, Yoani, recibirá el Premio Nobel de la Paz… Ya le dieron el Ortega y Gasset, ya quedó como una de las cien personalidades más influyentes del mundo... Bueno, lo que le falta es el Premio Nobel, y se lo darán. Cuando nuestra Academia recibe la invitación de la RAE, no está su nombre, no está Yoani... Pero ya están los nombres de algunos profesionales de la contrarrevolución, gente que aquí estuvo presa y se escapó... Y uno se pregunta: ¿qué hace este ahí?? Por otra parte, estaban políticos, funcionarios, gerentes de empresas... ¿Qué iban a aportar a un congreso de la Lengua?
Las relaciones con la Real Academia Española, pese a la negativa de Cuba a participar, parecen ser las mejores. Esta semana en una entrevista que propició El País digital, Víctor García de la Concha decía que las relaciones con la Academia cubana son cordiales, ¿qué cree usted?Son normales las relaciones. García de la Concha es una persona respetable. No tenemos ningún conflicto con la RAE. Están haciendo un buen trabajo. La edición de los diccionarios me parece magnífica, aquella edición crítica de El Quijote me pareció excelente. No tengo objeción profesional que hacerle a la RAE; pero, de pronto se viste de empresa mediática y aparece en escena el señor Carlos Alberto Montaner. ¿Y por qué Montaner y no Retamar, nuestro director, por ejemplo? Entre la obra del periodista Montaner y la de Retamar, o Fina García Marruz, o alguna de nuestros o nuestras jóvenes lingüistas hay una considerable distancia. Dicen que Montaner es el único agente de la CIA con carnet que se conoce públicamente, pero eso aparte, ¿qué rayos iba a hacer allí, en ese Congreso?
¿Y por qué no se contrarresta eso?, ¿por qué no participar en el Congreso virtual que ha suplido, en algo, el malogrado Congreso de Chile?En la medida en que intervengas estarás legitimando la maniobra… No tienes manera de competir con ese monstruo mediático ferozmente “anticastrista”, para decirlo en su jerga. Tengo entendido que los textos de Yoani aparecen en decenas de periódicos, en no sé cuántos idiomas. Si yo participo y me atrevo a hablar de este país sin analfabetos y donde todos pueden comprar un libro, ¿en cuántos idiomas crees tú que se publicará ese testimonio de un intelectual “castrista”? No, prefiero abstenerme.

El Premio Nobel de la Paz y presidente de Costa Rica, Oscar Arias no ha podido contenerse ante "el coro de indignación que recorre buena parte de nuestra América y del mundo" a propósito de la muerte, por huelga de hambre, del recluso Orlando Zapata Tamayo y en un artículo publicado en el diario español El País ha querido sumar su voz a la campaña mediática que ese, y otros diarios, orquestan por estos día contra Cuba.
El señor Arias tiene, por supuesto, todo el derecho de opinar como desee, lo lamentable en este caso es que el primer mandatario de un país demuestre tan bajo nivel de razonamiento para defender sus puntos de vista.Según dice Arias: "Una huelga de hambre de 85 días no fue suficiente para convencer al Gobierno cubano de que era necesario preservar la vida de esta persona, por encima de cualquier diferencia ideológica. 85 días no fueron suficientes para mover a compasión a un régimen que se vanagloria de su solidaridad, pero que en la práctica aplica esa solidaridad únicamente a sus simpatizantes”.
Por lo visto, el señor Arias ignora que la salud pública en Cuba es gratuita y universal y que de ella se benefician todos aquellos a quienes él llama opositores, estén o no encarcelados. Por lo menos, que yo se sepa, aún la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana que funciona, en violación de las leyes internacionales de la diplomacia, como facultad de Periodismo y fábrica de disidentes, aún no creado un consultorio médico dedicado exclusivamente para la atención de sus mercenarios.Y si bien Arias reconoce que "la huelga de hambre es un arma delicada como herramienta de protesta. Sería riesgoso que cualquier Estado de derecho se viera en la obligación de liberar a sus privados de libertad, si deciden rechazar su alimentación", asegura, al mismo tiempo, que en Cuba los presos no son “como los demás”. De acuerdo con el presidente de Costa Rica: "Se trata de presos políticos o de consciencia, que no han cometido otro delito más que oponerse a un régimen, que fueron juzgados por un sistema judicial de independencia cuestionable y que deben sufrir penas excesivas sin haber causado un daño a otras personas”.
Los presos a los que se refiere Arias, sin dudas, no son presos políticos. Son mercenarios, pagados y entrenados, por la potencia extranjera más poderosa que ha existido en la historia de la humanidad y cargan sobre sus espaldas el peso de la culpa de haberle hecho daño a un pueblo entero, al actuar como cómplices de las agresiones y de un bloqueo genocida que ha tratado de rendir, durante 50 años, a un país por hambre y necesidad.

Dichos presos de conciencia son culpables, también, de alentar campañas, como a la que se ha sumado el "adolorido" presidente costarricense, cuyo único fin no es otro que el de tratar de justificar ante la opinión pública mundial el asedio que Estados Unidos mantiene contra Cuba.
Dice también Arias que: “Los presos políticos no existen en las democracias. En ningún país verdaderamente libre, uno va a prisión por pensar distinto. Cuba puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una "democracia especial", pero cada preso político niega en la práctica esa afirmación. Cada preso político es una prueba irrefutable de autoritarismo".

Por desgracia, más que en una democracia especial, Cuba vive en medio de una “guerra especial”. La coda de una Guerra Fría que, aunque en otras latitudes le dio la victoria al imperio yanqui, en esta pequeña islita del Caribe el único resultado que ha conseguido la super potencia es la de hacer el más triste de los ridículos, algo que, por lo visto, se vuelve, para algunos, cada día que pasa cada vez más insoportable.

A Cuba no le hace falta ninguna oratoria para demostrar la existencia de esa guerra. La mejor oratoria es, en este caso, las propias leyes aprobadas por el gobierno de Estados Unidos con el único fin de destruir la revolución cubana, los actos de terrorismo contra su territorio, los contratistas de la USAID que reparten tecnología a los disidentes que Arias defiende y los alaridos pedigüeños de sus amigos de Miami, los Diaz Balart, Lethinen, y otros, para que el gobierno al que, como buenos anexionistas pertenecen, mantenga e incremente la ayuda financiera para la subversión en Isla.
El señor Arias debería saber que no habrá en Cuba ninguna transición hacia la democracia mientras esa palabra signifique, para la gran mayoría, sumisión y vasallaje. Durante estos 50 años de revolución los cubanos han aprendido que ninguna democracia ni riqueza es comparable a la dignidad de ser libres e independientes. Si el presidente de Costa Rica, como él dice, está realmente interesado en algún cambio en Cuba que convenza a sus amigos del gobierno estadounidense que cesen de hostigar a Cuba. Cualquier otro gesto equivaldría a arar en el mar.
El Premio Nobel de la Paz debiera preguntarse de dónde nace y qué alimenta la fe antimperialista que sustenta la incomparable resistencia de los cubanos.
En cuanto a su condición de lacayo de los norteamericanos no hace falta que Cuba, ni siquiera yo, diga nada. Sobre esa faceta de su personalidad es suficiente recordar su actuación de mediador retardado durante el reciente golpe de Honduras y el discurso de lamebotas del imperio que pronunció en la Cumbre latinoamericana que tuvo lugar en Cancún por los mismos días en que su defendido, Orlando Zapata Tamayo, fallecía.

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JULIO CONCEPCION GONZALEZ
PRIMER SECRETARIO
OFICINA DE PRENSA
EMBAJADA DE CUBA
REPUBLICA DOMINICANA
Cinco cubanos antiterroristas llevan ya 10 años encarcelados, mientras un terrorista confeso, Luis Posada Carriles, es puesto en libertad.