Por Félix Jacinto Bretón
¿Qué tan inseguro y peligroso puede resultar el espacio aéreo de nuestro país? Me imagino que como en cualquier otro lugar del mundo. Pese a todo -y en lo que tiene que ver con
Si como afirma la flamante Asociación Nacional de Pilotos (ANP) -de que la aeronavegación dominicana es un peligro permanente- pregunto como un neófito que admito ser en esta materia ¿por qué no se producen accidentes con frecuencia en los cielos del país partiendo de que decenas de aviones despegan y aterrizan diariamente en nuestros aeropuertos?
RD cuenta con sietes terminales aeroportuarias de importancia: Internacional de Las Américas y El Higüero de Herrera, en Santo Domingo; en Santiago, Internacional del Cibao; Puerto Plata, Gregorio Luperón; Barahona, Maria Montez;
¿Cuántas aeronaves no entran y salen diariamente de esos aeropuertos? No tengo el dato, pero supongo que cientos. Entonces, si hay tanta peligrosidad e inseguridad en nuestro espacio aéreo, como denuncia irresponsablemente
Esa es la inquietud que me asalta después de escuchar y leer que -tan solo en un mes- en el territorio se registraron supuestamente 306 incidentes aéreos, a lo que de inmediato algunos comunicadores les dieron crédito y comenzaron a repetir como “papagayos”.
Empero, no es la primera denuncia que hace
Llama poderosamente la atención que mientras
Estos organismos internacionales atribuyen un papel de liderazgo en la región, hecho este que se puso de manifiesto en el mismo mes de enero, cuando los controladores de tránsito aéreo dominicanos jugaron un papel protagónico en el manejo de las misiones aéreas relacionadas con el lamentable terremoto que afectó a Haití y que dejó el sistema de control de tránsito aéreo de ese país en una profunda crisis.
El accionar de los controladores aéreos de
Por lo tanto, si los organismos internacionales reconocen la labor del IDAC y su eficiente, serio, capacitado y responsable director José Tomás, hoy también esta Trinchera hace lo mismo consciente de que, en este funcionario, el país tiene una reserva moral del que todos y todas debemos sentirnos orgullosos y orgullosas ¡Seguimos en combate!