¡Perfectísimo! Perfecto

Por Narciso Isa Conde

Escuché atentamente lo que decía la señora de La Caleta cuyo esposo fue asesinado hace dos años junto a otros tres moradores del lugar por una patrulla policial involucrada en el intento de robarle una parte lo de lo que se había robado en el aeropuerto “Las Américas” a un ladronzazo conocido por allí como “ Chispa”

Ella estaba recordando a través de “El Informe” de Alicia Ortega el crimen múltiple que la dejó sin su querido esposo, a propósito de la audiencia judicial sobre el caso y de la marcada tendencia a dejar impune a los verdugos al servicio de oficiales superiores.

“EL Pescador” -un hombre bueno, trabajador, que la comprendía y la amaba, que compartía con ella largos años de su vida- había sido acribillado sin saber porqué. Igual que los otros tres.

La señora sigue clamando justicia. Ha exigido –y exige- que se castigue ejemplarmente a los asesinos de su esposo. Se ha movido por todas partes durante estos dos años para que el cuádruple crimen de “La Caleta” no quede impune.

Una de las oficinas mas visitadas por ella es al del Procurador Fiscal de Santo Domingo Este, Lic. Perfecto Acosta, siempre reclamándole firmeza en el caso.

Perfecto es tan perfecto que al parecer no entiende porque tanta insistencia de la señora. Se encuentra rara su vehemencia, hasta el punto que en la última ocasión no pudo contenerse frente a ella y se atrevió a decirle francamente lo siguiente (según palabras de la interlocutora):

“Señora: no entiendo porque usted insiste tanto, no entiendo porque usted le dedica tanto esfuerzo a este caso. Puedo comprender que los familiares de las otras víctimas lo hagan, pues se trata de sus hermanos o de sus hijos. En su caso se trata de un marido que bien puede encontrarlo en cualquier parte”

¡Perfectisimo!, Perfecto.

Los maridos -según el Procurador Fiscal de esa demarcación- pueden encontrarse en cualquier parte. Adquirirse como una mercancía cualquiera. Comprarse en la calle o en cualquier tienda.

Se trata a su entender de un simple objeto de placer, de una especie de material usable, reusable y reemplazable.

¡Que importa el amor, el cariño, los seres procreados en común, la relación de hogar y de familia cultivada por años!

Para este perfecto magistrado no es una cosa del otro mundo que maleantes uniformados le quitaran la vida al Pescador y lo separaran violentamente y para siempre de la pareja que lo ama y de los familiares que lo quieren.

¡Déjese de afanar señora, deje de sufrir! ¡Sustitúyalo! Que es fácil encontrar otro hombre, otro marido. Palabras de una alta figura de nuestro Ministerio Público, incluso de los más ilustrados.

Expresión parecida la he escuchado mucho centrada en el menosprecio a la mujer, refiriéndose a los hombres que no desean separarse de su pareja: “déjate de tontería: ¡una mujer se consigue en cualquier parte!”.

Y es más común esa variante precisamente por la hegemonía del machismo, por el peso agobiante del patriarcado, por la fuerza de los conceptos impuestos por la cultura dominante… que tiende a considerar a la mujer como un simple objeto de placer sexual, material de cocina y de cama y trabajadora doméstica no remunerada.

Me imagino entonces como hubiera tratado Perfecto este caso si en lugar de la señora se hubiera presentado un hombre clamando justicia en su despacho por el asesinato de su esposa.

No dudaría de que en tales circunstancias no solo a Perfecto, sino a muchos de los funcionarios encargados de “representar la sociedad” y de “impartir justicia”, se le podría “chipotear” expresiones como éstas: “mira pendejo, deja de lamentarte, deja de perder tiempo, que ahora tienes la posibilidad de cambiar de mujer, incluso puede conseguirte una más joven y menos jodona. Ellas aparecen dondequiera y tu tienes la posibilidad de conseguirte una y muchas otras más”.

Me imagino también lo que dirían –pero no lo voy a transcribir aquí- si el caso afectara a una pareja homosexual o lesbiana.

Perfecto es un perfecto representante de este Ministro Público asociado a una policía criminal, al que le importa que la ley lo defina como un defensor de la sociedad.

Perfecto es un Fiscal de la era neoliberal y del Estado delincuente. No se trata de algo personal, sino de una producto social!

Vivimos una era en que la insolidaridad dentro del injusto orden capitalista neoliberal ha alcanzado niveles extremos, incluso aberrantes; en que lo/as ciudadanos/as son tratados como clientes o como mercancías, afectados además por todas las discriminaciones (de clase, de género, de edad, de “raza”…).

Todo es propiedad privada. Todo es mercancía. Todo se compra y se vende en función de una relación de poder.

Los que mandan, los que administran el Estado, los que desempeñan elevadas funciones, se empeñan para que todo el mundo se transforme a su imagen y semejanza, tratando de convencerlos/as de que desprecien valores como el amor, el cariño, la solidaridad, la honestidad, el compañerismo, la familiaridad…

¡Perfectísimo!, Perfecto. Tú eres un Fiscal a esa perfecta medida. Los/as que no son así son las excepciones: aves raras, aquellos/as que todavía no han sido infectados/as por el virus del mercantilismo, de la insolidaridad, la insensibilidad y el desprecio a los sentimiento humanos.

La señora del Pescador “pecó” al pedirle justicia a quienes desde hace tiempo procuran cambiar el sentido de esa palabra y ponerla solo al servicio de los poderosos y de los delincuentes de Estado.

¡Perfectísimo!, Perfecto.

29-6-2010