Ellos no aceptan Rosas.

Por: Franiel Genao


En el día de ayer de manera violenta la Policía Nacional agredió a más de un centenar de jóvenes que se conglomeraron en la Plaza de la Cultura de la ciudad de Santo Domingo con la intención de marchar de forma pacifica hacia el Palacio de la Policía Nacional donde se depositarían algunas rosas en honor a los caídos.


Esto como muestra de repudio hacia los actos de violencia sistemática que ha venido realizando esta institución contra diversos sectores de la población. Tal es el caso que aconteció hace algunas semanas donde un estudiante fue asesinado por agentes policial cuando estos le ordenaran que se detuviera y este se negara a hacerlo en un lugar oscuro y con oficiales que no estaban debidamente identificados, un razonamiento tan lógico que le costo la vida a Abraham Ramos.


La cultura de macuteo a llegado demasiado lejos para convertirse en parte de la cotidianidad de muchos dominicanos, ya hoy no es raro que la gran mayoría piense al ver a un oficial detener a alguien que este se la esta buscando, también lo son los dichosos intercambios de disparos que se han llevado consigo a un sinnúmero de jóvenes en los cuales nunca vemos la balas que vienen de otro lado, Navarrete y San Francisco de Macorís a sido de los lugares donde mas a golpeado esta política de matar primero y luego hacer las pregun
tas.


Urge no solo cambiar al jefe de la Policía Nacional y su camarilla, sino también un cambios profundo dentro de la s estructuras que sostienen esta institución, ya que de nada nos sirve un organismo de seguridad que no nos cuida, que nos hace sentir inseguros cuando los vemos y que se encuentra permeado por la corrupción, el narcotráfico y claro un pensamiento neotrujillista que aflora en algunas oficiales comenzando por Guzmán Fermín y pasando por el Coronel Aquino, únicos responsables de la violencia que se ejerció contra los jóvenes que integran el Comité contra el Abuso Policial.


Actos como les que se escenificaron ayer solo contribuyen a restar le aun mas a esta institución que carece de credibilidad para un 99% de la población.


Como dijo anteriormente H. Galván en un articulo publicando en el Día “Esta no es una conquista revolucionaria, ni mucho menos una demanda comunista. Todo lo contrario, sería una reforma tan burguesa y liberal como la conformación de un Congreso transparente.

Definitivamente los únicos que se benefician del Estado actual de cosas son los delincuentes y los policías malhechores, ambos, asociados con el padrinazgo de los políticos de nuestra partidocracia corrupta y corruptora.



Sé que corro un riesgo por decir esto, pero también estoy consciente que si alguien no se arma de valor y lo asume, no seremos capaces de enfrentarlo y resolverlo.”