La poca presión del agua del acueducto multiple del Noroeste, no permite que el reservorio del sistema en Montecristi, pueda llenarse con normalidad, lo que causa precariedad en el servicio de agua potable a la población.
MONTECRISTI.-Residentes en decenas de comunidades ubicadas en la Línea Noroeste reclamaron del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) un mejor servicio de agua, debido a la precariedad e irregularidad con que miles de hogares están recibiendo el líquido en esa zona.
Los habitantes de Laguna Salada, Hato Nuevo, Hatillo Palma, la Guajaca, Doña Antonia, Villa Elisa, Villa Lobos, Jaibón, Villa Sinda, Guayubín, El Pocito, Villa Vásquez, Castañuelas, Las Matas de Santa Cruz, Carnero, Santa María, Gozuela, Villa García, El Vigiador, El Baitoal, Laguna Verde, Pepillo Salcedo, Copey, Carbonera, Dajabón y Montecristi, entre otras localidades dijeron que mientras el agua potable proveniente del acueducto múltiple del Noroeste se está empleando en irrigar extensas plantaciones de guineos, plátanos, arroz, frutos menores y para el ganado, a sus hogares llega el agua cada dos y tres días, turbia y con muchas deficiencias, ya que no sube a las partes más altas, pues llega sin presión.
Cándida Germania Acosta Reyes, ama de casa residente en Hatillo Palma denunció que en el sector donde vive hace más de dos semanas que no va agua, mientras cerca de su vivienda una tubería conectada permanentemente al acueducto moja constantemente una finca de guineos. De igual forma se manifestaron Pedro Bueno Rivas, Flérida Almonte Cruz, Melanio González Cruz, Héctor José Cabrera Peña, Nancy Teresa Leiva y muchos otros residentes en la Línea Noroeste, quienes hicieron un llamado al director del INAPA Mariano Germán para que disponga una investigación sobre la denuncia.
Asimismo, el sacerdote Tony Ramos de la parroquia San Fernando de Montecristi, a través de su programa Entre Dos, que junto a Julio Molina produce en el canal 8 de Montecristi Cable Visión, deploró que mientras el negocio de la venta del agua hace a unos pocos ricos, la mayoría pobre del pueblo paga las consecuencias, preguntándose qué pueden responder las autoridades si ellas permiten que los parceleros y ganaderos se conecten de manera ilegal e irregular al acueducto, que tanto dinero se invierte para potabilizar el agua, igual que en su construcción.