TEMA DE FONDO CON JUAN T H

OTRA VEZ EL PRD


Por JUAN T H


El que juega Domino y cuadra con el contrario o mata la ficha de su frente regularmente pierde. “Repite, mata y cuadra”, forman parte de los fundamentos de ese juego que tanto les gusta a los dominicanos.

El presidente del PRD cuadro con el contrario. Mató las fichas de su frente, y no repitió el blanco que tantas veces le dio su frente. No se acostó en la caja blanca cuando debió y se la mataron. El frente se quedó con el doble seis en las manos. Leonel cogió 25 a la salida, luego un pase corrido, otros 25. Posteriormente dominó “capicúa” para sumar 75 puntos. Le dio una “lisa” al PRD. Es por eso que se quedó con todos los senadores. Y aunque prometió no volver a jugar en la próxima mano, ahora amenaza con quedarse para de nuevo enfrentar al PRD.

El que juega dominó “con dos contrarios y un traidor” pierde, no importa que coja “seis puntas de blanco”, sin ningún fallo. El Domino se juega en pareja. El individualismo no es bueno. Hay que jugar en equipo, respetando al salidor, protegiéndolo para que no pase.

El que gana es el que goza. El PRD, de la mano de Miguel Vargas, perdió las elecciones. Insistir en lo contrario es darse golpes de cabeza contra la pared. Lo que tiene que hacer el partido es, como hacen los profesionales, ver una y otra vez el video de las jugadas realizadas. De ese modo se verán los errores. Si el equipo, guiado por su jefe o capitán, no es capaz de asumir una posición crítica, no avanzará. Lenin, padre de la revolución bolchevique en Rusia, decía que admitir un error equivale al 50 por ciento de su superación.

La reunión de la Comisión Política realizada el pasado jueves parece encaminar al PRD por la vía correcta de hacer una evaluación del proceso electoral pasado para corregir los errores. De igual modo, es atinado concertar internamente. Unirse con el enemigo y dividir a los amigos, no fue bueno. Esa actitud le hizo mucho daño al partido, al igual que todas las reservas de las candidaturas para asignárselas o vendérselas a los amigos y relacionados del presidente de la organización. El que siembra vientos cosecha tempestades. Esos vientos de la campaña electoral trajeron estos lodos. La correlación de fuerzas en el PRD ha cambiado. Como aseguré hace más de un mes, el dos por ciento ahora es más del 50 y pronto será más del 60 o el 70. Es inevitable.

Lo que procede ahora es darle vida al partido garantizando que sus organismos funcionen como mandan los estatutos, que la institucionalidad se mantenga sobre todas las cosas, que en la Comisión Política, en el Comité Ejecutivo Nacional, como en otros estamentos, estén representadas todas las corrientes. Peña Gómez advirtió sobre el peligro que representa el hecho de que un solo grupo se adueñe del partido, para que la unidad y lucha de los contrarios se produjera dentro de un marco democrático, es decir, plural y libre.

En ese sentido, me parece correcto el planteamiento de realizar la convención para escoger al candidato presidencial en un tiempo prudente, pero no apresurado. Los miembros de la comisión que organice esa convención tienen que estar fuera de toda duda. La escogencia del candidato tiene que ser transparente. Sin fraudes ni engaños. Y el que ganó, ganó, y el que perdió, perdió.

El PRD necesita volver al poder. Pero antes tiene que reencontrarse, volver a sus raíces políticas e ideológicas. Tiene que darse un plan de gobierno. Ese plan tiene que ser del partido, no del candidato. En el PRD debe rescatar el compañerismo, que no es otra cosa que la solidaridad, entre sus miembros. En el PRD todos tienen que ser importantes, tanto los de arriba como los de abajo, mezclando lo mejor de lo viejo con lo mejor de lo nuevo.

Ojala que las palabras del presidente del PRD, Miguel Vargas, no sean solo palabras. Ojalá que esas palabras se correspondan con los hechos. El PRD tiene que estar por encima de Hipólito Mejía, de Miguel Vargas y de cualquier otro dirigente. No olvidemos que el todo sigue siendo más importante que cualquiera de sus partes. Es por eso que Peña Gómez decía: “¡El PRD unido, jamás será vencido!”