DECENAS DE FAMILIAS NO SE REPONEN DE EFECTOS DE RAYO QUE AFECTÓ SUS VIVIENDAS

Palmera quemada y desflecada por el rayo.
La educadora y ecologista Ilsa Vargas (Nena), explica los efectos ecológicos del rayo que impactó la palmera, habitad de la cigua palmera, ave nacional , y que afectó más de 27 viviendas.
Dos de las afectadas por el rayo, Ilsa Vargas y María Rosita de Perdomo (Chacha), muestran la palmera impactada por el fenómeno eléctrico natural.
Algunas de las residencias afectadas por el rayo que quemó y desflecó la palmera (marcada a la izauierda con X)



MONTECRISTI.-A más de una semana de haber caído un rayo, los moradores del sector afectado aún no se reponen de los efectos psíquicos, emocionales y materiales causados en ellos y sus respectivas viviendas por el fenómeno, que aunque provocó destrozos, no produjo víctimas humanas.

A las 7:15 p.m. del pasado jueves 22 de julio, en medio de un torrencial aguacero, acompañado de tormenta eléctrica, un rayo cayó encima de una palmera ubicada en el patio de la vivienda de Gregorio Sosa González (Papito), localizada en la calle San Fernando, quemando otras plantas y afectando con su campo electromagnético un diámetro aproximado de 150 metros, provocando daños en equipos electrodomésticos por lo menos en 27 viviendas, localizadas en el sector comprendido entre las calles San Fernando, José Cabrera, Federico de Jesús García, Restauración y Duarte de esta ciudad.

A parte de la residencia de Sosa González sufrieron los efectos las viviendas de Miguel Ángel De La Cruz, la familia Espinal, Luís Ramón (Momón) Perdomo y María Rosita Medos de Perdomo (Chacha), Juan Pimentel y Grisy de Pimentel, familia Isidor Medina, Ilsa Vargas, Arisleyda Almonte, Georgina Daniel, la familia Nolasco García, David Alonso, Wilson (Yiná) García, Aurelia Tatis (Fogorín), así como los establecimientos comerciales Panadería Vitamina, Banca de Apuestas y Colmadón María, entre otras.

En las residencias afectadas por el radio electromagnético del fenómeno atmosférico sufrieron desperfectos inversores, neveras, equipos de radio, televisores, computadoras, impresoras, teléfonos y otros efectos que en el momento unos estaban enchufados y otos encendidos. El fenómeno generó problemas emocionales en pacientes hipertensos que requirieron de atenciones médicas. En su mayoría los residentes afectados dijeron sentirse nerviosos, frustrados, inseguros y temerosos a las lluvias y a las tormentas eléctricas.

TESTIMONIO

Luís Ramón Perdomo (Momón), padre del locutor Luís Alberto Perdomo, dirigente nacional del Círculo de Locutores Dominicanos, narró que se encontraba en su residencia, “vi una luz roja que me deslumbró, una gran candela de se elevaba, enceguecí por un momento, jamás quiero volver a pasar por situación igual”.

Grisy de Pimentel, señaló que todos los electrodomésticos de su residencia fueron dañados por el rayo, al igual que en todas las viviendas del vecindario. “Las residencias afectados perdieron una gran inversión en equipos útiles para el hogar, el trabajo, el entretenimiento y las labores cotidianas, que aún nadie se ha interesado en cuantificar”, manifestó.

La educadora y ecologista Ilsa Vargas, señaló que el cohollo de la palmera es un pararrayo natural y el árbol ripiado por el rayo era un habitad de ciguas palmeras, “algunas 200 ciguas solían venir a mi patio a alimentarse, todas ellas murieron calcinadas por efecto del rayo, que quemó sus vidas, nidos y su habitad natural”.

Frente a las tormentas eléctricas recomendó tomar previsión, no salir de nuestras viviendas, no bañarnos en los chorros que se originan en edificios, no guarecernos debajo de árboles, evitar el uso de paraguas, alejarse de los campos magnéticos y desconectar los electrodomésticos.