A las 7:15 p.m. del pasado jueves 22 de julio, en medio de un torrencial aguacero, acompañado de tormenta eléctrica, un rayo cayó encima de una palmera ubicada en el patio de la vivienda de Gregorio Sosa González (Papito), localizada en la calle San Fernando, quemando otras plantas y afectando con su campo electromagnético un diámetro aproximado de
A parte de la residencia de Sosa González sufrieron los efectos las viviendas de Miguel Ángel De
En las residencias afectadas por el radio electromagnético del fenómeno atmosférico sufrieron desperfectos inversores, neveras, equipos de radio, televisores, computadoras, impresoras, teléfonos y otros efectos que en el momento unos estaban enchufados y otos encendidos. El fenómeno generó problemas emocionales en pacientes hipertensos que requirieron de atenciones médicas. En su mayoría los residentes afectados dijeron sentirse nerviosos, frustrados, inseguros y temerosos a las lluvias y a las tormentas eléctricas.
TESTIMONIO
Luís Ramón Perdomo (Momón), padre del locutor Luís Alberto Perdomo, dirigente nacional del Círculo de Locutores Dominicanos, narró que se encontraba en su residencia, “vi una luz roja que me deslumbró, una gran candela de se elevaba, enceguecí por un momento, jamás quiero volver a pasar por situación igual”.
Grisy de Pimentel, señaló que todos los electrodomésticos de su residencia fueron dañados por el rayo, al igual que en todas las viviendas del vecindario. “Las residencias afectados perdieron una gran inversión en equipos útiles para el hogar, el trabajo, el entretenimiento y las labores cotidianas, que aún nadie se ha interesado en cuantificar”, manifestó.
La educadora y ecologista Ilsa Vargas, señaló que el cohollo de la palmera es un pararrayo natural y el árbol ripiado por el rayo era un habitad de ciguas palmeras, “algunas 200 ciguas solían venir a mi patio a alimentarse, todas ellas murieron calcinadas por efecto del rayo, que quemó sus vidas, nidos y su habitad natural”.
Frente a las tormentas eléctricas recomendó tomar previsión, no salir de nuestras viviendas, no bañarnos en los chorros que se originan en edificios, no guarecernos debajo de árboles, evitar el uso de paraguas, alejarse de los campos magnéticos y desconectar los electrodomésticos.