EL PRD AL PODER CON HIPOLITO


Por JUAN T H

El PRD tiene todas las posibilidades de volver al poder en el año 2012 con el ex presidente Hipólito Mejía como candidato. ¡Con nadie más!

El presidente Leonel Fernández agota su segundo mandato consecutivo y el tercero en apenas 16 años, sin lograr solucionar ninguno de los grandes problemas nacionales a pesar de manejar la mayor cantidad de recursos económicos en toda la historia del país.

A los más de 600 mil millones de pesos recaudados en impuestos debemos sumarle los miles de millones de dólares obtenidos en préstamos con organismos financieros que han triplicado la deuda externa. Y sin embargo los niveles de pobreza y marginalidad en vez de disminuir han aumentado. Los dominicanos somos hoy más pobres que antes. El país no avanza. Al contrario, retrocede. Seguimos siendo un país del tercer mundo. No estamos en el cuarto o en el quinto mundo porque tal nivel no existe en los parámetros de los organismos que miden el desarrollo en el mundo. ¡La corrupción gubernamental y la incapacidad explican este fenómeno!

La gente está “jarta” del PLD y del presidente Fernández. Y cada día que pase se “jartará” más. En la medida que el pueblo se va “jartando” de este desgobierno, crecen las posibilidades de que el PRD vuelva al poder en el 2012.

Si no se produce una poblada, una desobediencia civil o una revuelta, es por la esperanza de un cambio en las elecciones del 2012. La gobernabilidad y la paz social estarán en juego si el presidente Fernández insiste en mantenerse en el poder más allá del 2012. Sólo mediante la fuerza militar será posible la reelección. Y tendría un costo político muy alto que no sé hasta donde el señor Fernández estará dispuesto a pagar históricamente.

En ese marco, el PRD tiene todas las posibilidades de ganar las elecciones, pero no gana con cualquier candidato, desde mi punto de vista.

El PRD tiene, como única opción, al ex presidente Hipólito Mejía que encabeza todas las encuestas, incluyendo las del gobierno, mucho a poco.

El PRD no va al poder con Miguel Vargas que ha probado ser un neófito de la política a pesar de los años de militancia en ese partido. El presidente del PRD no tiene cultura política, ni experiencia como dirigente. Puede ser buen gerente empresarial, pero no lo es en política. Ha cometido muchos errores, algunos infantiles, que lo descalifican. La firma del pacto con el señor Fernández, demostró su infantilismo político. Fernández lo engañó como un niño. Optar por la presidencia del PRD fue otro grave error. Igual que reservarse casi todas las candidaturas congresuales y municipales creyendo que el partido era de su propiedad, no de todos los perredeístas. Irrespetar a constantemente Hipólito creyéndolo un cadáver político fue quizás el mayor de sus desaciertos.

En Puerto Rico Hipólito dijo tener 60% en las encuestas. La situación es peor para Miguel. En Santiago, por ejemplo, la ventaja es mayor. Hipólito tiene un 70%. Lo mismo ocurre en otras ciudades importantes. Hipólito es ya el candidato presidencial del PRD. La convención puede realizarse hoy, mañana, dentro de un mes o dentro de seis meses. Igual Hipólito ganará mucho a poco.

No hay formas de ganarle a Hipólito la convención. Habría que hacerle un fraude más burdo y descarado que el que le hicieron a Guido Gómez Mazara y a Tony Peña Guaba. Hipólito es un viejo zorro. Conoce a sus adversarios. Sabe de lo que son capaces. Impedirá con la fuerza de las bases del partido cualquier maniobra indecorosa de quienes intenten impedir su victoria.

Hipólito tiene algo más del 60% en todas las encuestas que he visto. Si logra un acuerdo, como todo parece indicar, con Luis Abinader, Eligio Jáquez, Guido Gómez, Ramón Alburquerque, entre otros aspirantes a la nominación presidencial, superará el 70%. Y si logra el respaldo, como la lógica establece, de doña Milagros Ortiz Bosch, Emmanuel Esquea, Tirso Mejía Ricart, Fafa Taveras, Ivelisse Prats, Hugo Tolentino, entre muchas otras figuras emblemáticas del PRD, el resto tendrá que sumarse al tsunami político-electoral que es Hipólito Mejía, un hombre que pasó por la presidencia de la República sin robar ni matar, algo que pocos ex mandatarios de América Latina pueden decir.