Estado de Excepción en Ecuador para frenar la sublevación policial y militar
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, denunció esta tarde un intento de golpe de Estado en su país, tras la protesta desatada por miles de miembros de la Policía Nacional que se amotinaron por la aprobación de una ley que, aseguran, les quita beneficios. Algunos soldados se sumaron a la sublevación y tomaron la pista del aeropuerto de Quito, sede también de la base aérea militar más importante del país, impidiendo salir del país al presidente. El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, declaró el “Estado de Excepción durante una semana” y anunció que el Ejército tomará en sus manos la seguridad del país. Correa permanecía retenido en el hospital donde fue atendido, tras resultar herido de carácter leve. Los saqueos y actos vandálicos se multiplicaron en Quito y en otras ciudades del país. La Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió de urgencia para discutir la situación.
“Es un intento de golpe de Estado de la oposición”, aseguró Correa, que recibió el apoyo internacional del resto de países de Latinoamérica y de algunos europeos, entre ellos España y Francia. “Me siento traicionado, no por todos, pero habrá que depurar”, añadió, apuntando directamente al ex presidente Lucio Gutiérrez, que pidió la disolución de las Cortes. “Hago un llamamiento a la ciudadanía a la calma... superemos rápidamente esto y sancionemos a los responsables”, dijo Correa en declaraciones a un canal de televisión ecuatoriano horas después de haberse enfrentado a los policías en la sede del Regimiento 1 de Quito.
El mandatario se encontraba rodeado por policías amotinados en el hospital militar donde recibió tratamiento tras hacerse daño en una pierna recién operada, y por aspirar gases lacrimógenos. Desde allí aseguró que los manifestantes le impedían salir. Otro grupo de agentes había ocupado la sede de la Asamblea Nacional, impidiendo entrar o salir a los trabajadores. A través de wwwarevolucionciudadana.com, el Gobierno de Ecuador pidió a la comunidad internacional que “vele por la democracia en Ecuador”.
CUARTELES Y CALLES PRINCIPALES
Miembros de la Policía Nacional, en diversos puntos del país, tomaron cuarteles y calles principales para exigir la restitución de varios beneficios, entre ellos un bono de la policía, los años previstos de ascensos, y las condecoraciones, eliminados con una nueva Ley de Servicios Públicos aprobada en la noche del miércoles. Como método de protesta, los policías anunciaron que no saldrán a las calles a hacer su trabajo hasta lograr un acuerdo con el Gobierno. De hecho, los únicos policías en funciones son los que resguardan las cárceles del país. Imágenes de televisión mostraron a agentes uniformados quemando neumáticos en varias zonas de Quito. A ellos se les sumaron algunos soldados. No obstante, el jefe militar de Ecuador aseguró que la cúpula de las Fuerzas Armadas sigue siendo leal a Correa.
Todos los vuelos desde y hacia Quito han sido suspendidos. Los saqueos en la capital y Guayaquil se multiplicaron, dos bancos fueron asaltados. Mientras, permanecen cerradas las escuelas y la mayoría de las empresas. Hay suspensión del servicio de transporte en algunas partes de la capital.
“MÁTENME SI LES DÁ LA GANA”
Unas horas antes, Correa se había dirigido, junto el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, a decenas de policías de tropa en el Regimiento 1 en Quito. Desde una ventana de una oficina, intentó dialogar con los manifestantes, que le abuchearon y lanzaron objetos y gases lacrimógenos. “No daré ni un paso atrás, si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa y si quieren traicionar su misión de policías, traiciónenlos”, exclamó Correa en un encendido discurso.
“Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos”, dijo visiblemente exaltado rasgándose la camisa al asegurar que su Gobierno seguirá “con una sola política de justicia, dignidad”.
“Si quieren destruir la patria, destrúyanla, pero este presidente no da ni un paso atrás, ¡viva la patria!”, terminó Correa, a quien lanzaron gases lacrimógenos y que resultó herido en la pierna operada al abandonar apresuradamente la ventana.
Las protestas se producen en momentos en que el presidente Correa considera disolver el Congreso ante el estancamiento que existe en la aprobación de varias leyes de reducción de gastos estatales. Incluso varios parlamentarios de su partido se oponen a estas leyes.
(Servicio de Prensa Internacional)