VARIAS NOTAS DE LA OFICINA DE PRENSA DE LA EMBAJADA DE CUBA

Discurso del Canciller cubano en la conmemoración del 50 aniversario del encuentro entre Malcolm X y Fidel Castro

Siempre es muy emocionante volver a Harlem

Bruno Rodríguez Parrilla

Cubadebate

Queridos amigos de Cuba:

Siempre es muy emocionante volver a Harlem. Son muchos los acontecimientos que nos acercan a este lugar. Es muy reconfortante vernos todos aquí hoy reunidos, cubanos y norteamericanos, recordando eventos que ocurrieron hace varias décadas pero que por su repercusión han marcado profundamente a varias generaciones.

Quisiera agradecer a todos los amigos de las organizaciones de solidaridad con Cuba por haber tenido la iniciativa de convocar este evento para rememorar el encuentro de los líderes históricos Malcolm X y Fidel Castro, un día como hoy, hace 50 años. En particular, deseo reconocer a la amiga Rosemari Mealy y a todos los miembros del Comité para la Conmemoración del 50 aniversario del encuentro de Malcolm X con Fidel.

Estuve revisando algunas notas y crónicas de los hechos ocurridos aquí mismo, alrededor de la fecha del 19 de septiembre de 1960. En aquel entonces sucedieron acontecimientos muy marcados por la “guerra fría”. En la agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas se insertaron temas que hoy no parecen tan lejanos: el desarme, la independencia de Argelia, la admisión de nuevos miembros, la reforma agraria -propuesta por la joven Revolución Cubana-, la suspensión de los ensayos nucleares y termonucleares, los conflictos raciales en África del Sur y la cuestión de Corea, entre otros.

Al líder de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro y su delegación, que entonces realizaban su primer viaje a la ONU, le aplicaron medidas para restringir su movimiento y acceso. Su expulsión del Hotel Sherbourn y las sucesivas negativas de las gerencias de los hoteles en Nueva York para alojar a la delegación cubana revelaron los extremos a los que llegaron la campaña y las presiones del Gobierno de EE.UU. contra la naciente Revolución cubana. No pocos se atrevieron, incluso en la prensa, a criticar aquellos actos irracionales; muchos enviaron notas e hicieron cartas.

Pero, los testimonios de la época reflejan que nada pudo compararse con la emoción, el entusiasmo y la reacción espontánea de bienvenida de los simpatizantes de la Revolución cubana en Nueva York, de las personas más progresistas, de los cubanos residentes, que se movilizaron para recibir a la delegación de Cuba. También estuvieron los dominicanos antitrujillistas, los puertorriqueños y los nuevos amigos de la Cuba sin Batista.

En medio de aquel ambiente oficial de hostilidad, trascendió, para pasar a la historia, la solidaridad de la comunidad afronorteamericana, que bajo el liderazgo de Malcolm X, acogió con sincera amistad y hospitalidad a la delegación de Cuba en el Hotel Theresa del barrio de Harlem. Aquí se produjo, entonces, el histórico encuentro entre Malcolm X y Fidel, que devino una genuina expresión de solidaridad política del pueblo afronorteamericano con el pueblo cubano.

La cálida y popular bienvenida ofrecida por el pueblo de Harlem y las autoridades del Hotel marcó para siempre el desarrollo de los vínculos de los revolucionarios cubanos y los progresistas afronorteamericanos.

La reunión entre ambos líderes en Harlem simbolizó también una etapa posterior al fin de los movimientos de descolonización por el Tercer Mundo y de las luchas por los derechos civiles de la población afroamericana.

Después de reunirse con Fidel en su habitación, Malcom X declaró a la prensa de Nueva York: “El primer ministro Castro se ha pronunciado contra los linchamientos, que es más que lo que ha hecho el presidente Eisenhower (…) Castro también ha adoptado una posición más abierta a favor de los derechos civiles de los cubanos negros”.

Con posterioridad, en un discurso en Detroit, en noviembre de 1963, declaró sobre la Revolución cubana: “Eso sí es una revolución: Derrocaron el sistema”.

En un mensaje enviado el 24 de mayo de 1990, a los afronorteamericanos, otras minorías y sectores solidarios con Cuba, en la reunión con la delegación de EE.UU. que asistió al Simposio “Habla Malcom X en los 90´s”, Fidel recordó aquel encuentro y refirió:

“Siempre recuerdo cuando me reuní con Malcom X en el Hotel Theresa, porque fue quien nos dio apoyo e hizo posible que nos alojáramos allí. Teníamos dos opciones: una era el patio de Naciones Unidas; cuando dije esto al Secretario General quedó asustado de pensar que la delegación acamparía allí; y luego recibimos la oferta de Malcom X, él había hablado con uno de nuestros compañeros y yo expresé: Ese es el lugar, Hotel Theresa. Y allí fuimos, así que tengo recuerdos personales de él.”

Y añadió: “Quisiera decir que siempre hemos estado en solidaridad con la lucha de los negros, las minorías y todos los pobres en EE.UU., siempre hemos estado en solidaridad con ellos y ellos siempre has sido solidarios con nosotros.”

“Podría decir que deberíamos luchar para derrotar las campañas, las intrigas, las mentiras y todo eso que intenta separarnos. Creo que en este momento necesitamos de esta amistad más que nunca, y necesitamos su solidaridad más que nunca, la agradecemos mucho porque entiendo que uno tiene que ser muy valiente en EE.UU. para organizar una marcha a favor de Cuba”.

Estas palabras conservan plena actualidad. Las campañas y la hostilidad contra la Revolución cubana continúan. El bloqueo se mantiene intacto y se aplica con todo rigor. Sigue el doble rasero en el enfrentamiento del terrorismo, ejemplo de lo cual son hoy los Cinco cubanos luchadores antiterroristas que permanecen injustamente encarcelados en Estados Unidos, mientras continúan en libertad Posada Carriles y otros responsables de actos terroristas contra Cuba. Por ello, al igual que hace 50 años, es vital el papel de las organizaciones de solidaridad en apoyo a la Revolución cubana.

Desde el lugar que entonces fuera el Hotel Theresa, Fidel preparó su histórica intervención en la Asamblea General de la ONU, inspirado no sólo en la justeza de la causa apoyada por los millones de cubanos en la Isla, sino en las luchas por los derechos civiles aquí en EE.UU. y por el cercano calor que emanaba de las consignas de los manifestantes que se mantuvieron varios días a las puertas del para siempre histórico edificio.

Fidel habló en la ONU un 26 de septiembre en la tarde y son muchas las frases que todavía se recuerdan de aquel discurso.

Algunas guardan plena vigencia hoy, como aquella: “Desaparezca la filosofía del despojo y desaparecerá la filosofía de la guerra”.

Hoy, esa misma voz firme de nuestro líder histórico, encabeza el llamado internacional a la paz y la alerta sobre los peligros que podría acarrear al mundo una agresión militar contra Irán que provoque una nueva guerra nuclear.

Un día como hoy, no podíamos dejar de rendir tributo a un amigo entrañable de la Revolución y del pueblo cubano, el querido Reverendo Lucius Walker, quien sigue presente entre nosotros como símbolo imperecedero de la amistad, la solidaridad, la lucha contra el cruel bloqueo a Cuba, y a favor de la libertad de los Cinco, la paz y la justicia en todo el mundo. Ante el dolor por el vacío irreparable que nos ha dejado, nuestro mejor homenaje no puede ser otro que continuar la lucha inspirados en su ejemplo.

El pueblo de Cuba sigue adelante, enfrascado en defender cada vez más el socialismo, sin olvidarnos de nuestra deuda con los pueblos que han sido solidarios con el nuestro, como lo demuestran las decenas de miles de colaboradores que hoy sirven en más de 70 países del mundo, incluyendo Haití, donde cubanos y norteamericanos solidarios, algunos presentes en este acto, hemos aunado esfuerzos en apoyo a ese hermano país.

Gracias a todos por estar aquí hoy, gracias por tantos años de solidaridad con mi pueblo, gracias al amigo Lucius que aunque no pudo acompañarnos físicamente como siempre hacía, hoy está mas presente que nunca

¡Viva la paz!

¡Viva la amistad entre los pueblos de Cuba y EE.UU.!

¡Viva la solidaridad!

¡Viva Malcolm!

¡Viva Fidel!

¡Viva Raúl!

Hasta la victoria siempre

Alicia Alonso invita a Obama a Cuba

Guillermo Nova

La República

Teniendo en cuenta que la misma jueza que condenó a los Cinco, es la que debe revisar si las sentencias fueron justas, algo que en cierto modo sería como pagarse y darse el vuelto, la campaña por la liberación toma más auge en el campo de la comunicación, dar a conocer el caso y buscar el máximo de apoyos de la opinión pública es la clave.

Durante el juicio celebrado en la Florida, el jurado denunció sentirse aterrorizado por la acción de determinados medios, tiempo después el gobierno cubano pudo demostrar que incluso la administración norteamericana gastó grandes sumas de dinero para pagar sus coberturas informativas y asegurarse el estado de opinión.

La batalla mediática entre ambos países no es nueva, en plena guerra independentista cubana en 1898, el magnate de la prensa Hearts envió a uno de sus mejores ilustradores a Cuba para que captara todo tipo de imágenes para que se publicasen en el Journal, al poco tiempo el ilustrador le comunicó “Todo está en calma. No habrá guerra. Quiero volver”, Hearst no lo dudó y le remitió el telegrama: “Usted ponga las ilustraciones, yo pondré la guerra”.

Poco después explotaba el navío militar estadounidense Maine, la guerra mediática dio paso a la intervención militar y los mambises que estaban a punto de vencer a los españoles no pudieron participar del desfile de la victoria.

A los pies del monumento que recuerda a los marineros que fallecieron en aquella ocasión destacados intelectuales cubanos quisieron recordar el caso de los Cinco.

El escritor Miguel Barnet afirmó que “sus acciones no constituyeron amenaza para los Estados Unidos sino que protegían a los ciudadanos cubanos de las amenazas terroristas” de los grupos extremistas de la Florida.

Emocionada la ballerina Alicia Alonso invitó al presidente Obama a visitar La Habana aprovechando el prestigioso festival de Ballet que se celebrará en Octubre y en inglés le pidió que aprovechase el viaje para traer a los Cinco con sus familias.

Acompañado por la poetisa Nancy Morejón, el joven artista de la plástica Kcho declaró confiado en la victoria porque “somos un pueblo perseverante”.

Todos ellos querían agradecer la carta de intelectuales y artistas norteamericanos, entre ellos Oliver Stone o Benicio del Toro, que le pidieron al presidente Obama la liberación de los cinco antiterroristas cubanos, lo cual fue calificado por el presidente de la Asamblea Nacional cubana Ricardo Alarcón como un noble gesto de “un pueblo siempre hermano”.

Ban Ki-moon destaca logros de Cuba por Objetivos Milenio

22 Septiembre 2010

Ban Ki Moon

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, calificó hoy de impresionantes los logros de Cuba en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Ese reconocimiento fue expresado en un encuentro que el titular de la ONU sostuvo aquí con el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, quien participa en la Cumbre sobre los ODM que concluye este miércoles.

Sobre esas metas establecidas en el año 2000 para ser alcanzadas en el 2015, ambas partes coincidieron en la necesidad de fortalecer la voluntad política para poder materializarlas, de acuerdo con una nota oficial difundida por la ONU.

En la entrevista, Ban Ki-moon saludó los impresionantes progresos de la isla caribeña con respecto a los ODM y expresó su aprecio a la asistencia que Cuba brinda a Haití, país asolado por un terremoto en enero pasado.

Además trataron sobre el Cambio Climático y asuntos de carácter humanitario, según el comunicado.

El canciller cubano habló ayer en la cumbre de los ODM, donde reclamó un nuevo orden económico y político internacional, basado en los principios de solidaridad, justicia social, equidad y respeto a los derechos de los pueblos y de cada ser humano.

El ministro destacó que las metas previstas en la Declaración del Milenio han sido cumplidas en Cuba prácticamente en su totalidad y en algunos casos superadas con creces.

Explicó que ese logro es resultado directo de una Revolución que ha puesto como prioridad el bienestar de la población, en un clima de equidad y justicia social, y de la sociedad que construimos, basada en la solidaridad.

“Un éxito logrado a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto al pueblo cubano, durante medio siglo, por el Gobierno de los Estados Unidos”, puntualizó.

También señaló que el compromiso de Cuba “rebasa las fronteras del país y ha permitido contribuir al desarrollo social de otras naciones del Tercer Mundo”.

Confirman conciertos habaneros de Wynton Marsalis y Orquesta de Jazz del Lincoln Center

Pedro de la Hoz

El afamado trompetista Wynton Marsalis y la Orquesta de jazz del Lincoln Center, de Nueva York, viajarán a La Habana para ofrecer conciertos los días 5, 6, 7 y 9 de octubre próximo a las 8:30 p.m. en el teatro Mella, según confirmó ayer el Instituto Cubano de la Música.

En esas presentaciones Marsalis contará con la colaboración del maestro Chucho Valdés, con quien sostiene una añeja relación basada en la admiración mutua.

Durante la estancia en la isla, el músico norteamericano y sus colegas ofrecerán una clase magistral para profesores y estudiantes el propio día 9 en horas de la mañana en el Mella, y visitarán centros de la enseñanza artística en la capital.

A los 49 años de edad, Wynton Marsalis es toda una leyenda: desde los tiempos de Miles Davis ningún otro trompetista había logrado en la escena jazzística una impronta tan rotunda e integral.

Natural de Nueva Orleáns, creció en el seno de una familia dedicada al jazz; su padre Ellis fue pianista y profesor y sus hermanos Branford y Deldeayo destacan entre los músicos de la nación norteña.

Dotado de una sólida formación académica en el Berkshire Music Center, de Tanglewood, Massachussets, y la Julliard Academy, de Nueva York, Marsalis impactó a la crítica y al público al filo de los años ochenta al presentarse con los Jazz Messengers y el cuarteto de Herbie Hancock, pero sobre todo cuando grabó los álbumes Blas Codes y The Majesty of the Blues.

Definido como un músico todoterreno, Wynton transita con la misma pasión e idéntica solvencia por la llamada música clásica y la experimentación sonora. A la vez ha descollado como promotor cultural, activista social y pedagogo, por lo cual se le considera como una de las personalidades más influyentes del ámbito artístico e intelectual norteamericano de esta época.

En 1997 marcó un hito al ser el primer jazzista en merecer el Premio Pulitzer en música por el oratorio Blood on the fields, dedicado a las víctimas del sistema esclavista en EE.UU.

Uno de los proyectos más queridos por Marsalis es el que ha desarrollado desde 1995 en el Lincoln Center, de Nueva York. Se trata de estimular la preservación de las raíces del género, el reconocimiento de sus tendencias de vanguardia, la orientación del público y la emergencia de nuevos talentos mediante un programa de conciertos, concursos, conferencias, residencias y producciones discográficas y audiovisuales. En la base de este esfuerzo se halla la Orquesta de Jazz del Lincoln Center (JLCO, por sus siglas en inglés), de reconocida fama mundial y bajo el liderazgo del propio Marsalis.

El Tiburón y los Ispis

“¡Ni un año más, libertad para los cinco ya!”

Hugo Moldiz Mercado

Rebelión

El domingo 12 de septiembre se han cumplido 12 años de ilegal e inmoral detención de cinco ciudadanos cubanos en Estados Unidos. Cientos de actos de solidaridad con Gerardo Hernández, Ramón Labadiño, Antonio Guerrero, Fernando González y René González han convocado, en varios países del mundo, a redoblar esfuerzos para que el presidente estadounidense, Barak Obama, dicte un indulto.

Palabras más o menos, en esta campaña mundial uno de los elementos centrales, que ha unido a todos, sean de izquierda o no, es que si hay algo de vergüenza en la actual administración de la Casa Blanca, la orden de dejar en libertad a los cinco cubanos no debería pasar de este año. “!Ni un año más, libertad para los cinco ya!”, es quizá la consigna que sintetiza la batalla que por este caso se ha de librar en los siguientes meses.

Las iniciativas legales están agotadas luego que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, por instrucción de la administración Obama, hiciera conocer en el primer semestre de 2009 su negativa a revisar la sentencia de la cual han sido objeto los patriotas cubanos, demandada por la defensa y activistas de derechos humanos estadounidenses por los claros indicios de haberse vulnerado sus derechos fundamentales y el debido proceso. La negativa a revisar el caso se produjo 24 horas después de que la neoyorkina Sonia Sotomayor, del equipo del presidente estadounidense, visitara a Mel Martínez, un senador muy amigo del Cuban Liberty Council, el grupo que reúne a ex directivos de la Fundación Nacional Cubano Americana, con el objetivo de contar con apoyo para su designación como presidente del máximo órgano de justicia de ese país.

Liquidado el espacio de la justicia, lo que se impone como tarea estratégica, para los gobiernos y pueblos de “Nuestra América”, es presionar, con los mecanismos de la diplomacia y la política, para que el presidente Obama disponga el indulto para quienes dieron su prueba más grande de amor por la paz, sacrificio por su patria y compromiso con los destinos de esta parte del continente. A doce años de esa ilegal e inmoral detención, hay cantidad de razones para asumir, como energía y compromiso, la consigna de “!Ni un año más, libertad para los cinco ya!”.

Primero, porque como incluso lo ha reconocido Obama en la V Cumbre de las Américas, en abril de 2009, Cuba –que parte de la premisa de compartir con los que se pueda lo poco que tiene- es el único país que lleva médicos a los lugares más recónditos y alejados del continente y el planeta a cambio de nada. También se le debe la erradicación del analfabetismo y otras cosas más.

Segundo, porque mientras instancias de la justicia estadounidense controladas por la mafia cubano-americana han endurecido su posición frente a los cinco, violando incluso la normatividad legal establecida al no haber probado nunca el delito de espionaje o conspiración, jueces estadounidenses hacen de oídos sordos a la solicitud de extradición de Luís Posada Carriles, el más grande terrorista que camina impunemente por las calles de Estados Unidos y cuyo cómplice, Francisco Chávez Abarca, ha sido detenido en julio pasado en Venezuela en un comprobado intento de activar un plan de desestabilización de las elecciones legislativas que se producirán en ese país el domingo 26 de septiembre.

La lucha por la libertad de Gerardo, Ramón, René, Antonio y Fernando, detenidos injustamente en septiembre de 1998 en Estados Unidos por el FBI, ha dejado de ser solo una responsabilidad del gobierno y el pueblo cubanos, para convertirse en una responsabilidad moral de todos. Nunca será suficiente lo que se está haciendo para construir “Nuestra América”, como diría el Che, con soberanía política e independencia económica, si cesa o disminuye nuestro grito de clamar justicia para quienes, en irrenunciable compromiso con su patria, denunciaron al servicio de inteligencia estadounidense, el 16 y 17 de junio de 1998, la existencia de planes de una cadena de atentados concebidos por bandas de terroristas en los Estados Unidos y que serían ejecutados contra objetivos civiles y gubernamentales en Cuba.

Muchas resoluciones de apoyo se han aprobado en Parlamentos de América Latina y el mundo, así como el ALBA ha hecho escuchar su voz. Es importante que Bolivia lleve la iniciativa en UNASUR y a todo foro internacional. Y los movimientos sociales también deben aunar esfuerzos y hacer suya la consigna de “!Ni un año más, libertad para los cinco ya!”.


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CARLOS ALVARADO GARRIGO

TERCER SECRETARIO OFICINA DE PRENSA

EMBAJADA DE CUBA

REPUBLICA DOMINICANA

http:// embacu.cubaminrex.cu/dominicana


Cinco cubanos antiterroristas llevan ya 12 años encarcelados, mientras un terrorista confeso, Luis Posada Carriles, es puesto en libertad. www.antiterroristas.cu www.familiesforjustice.cu