Fue una trama pasional tramposa pero torpe

No acostumbro, por razones éticas, tratar mis casos como abogado en los medios de comunicación, excepto cualesquier información intrascendente, simple. Sin embargo, debido a los derroteros por donde transita nuestra sociedad en los actuales momentos, fruto de la pérdida de valores, el cultivo de personalidades distorsionadas, donde impera la indiferencia colectiva, y a pesar de los grandes males que se derivan de ésta, expreso mi estupor, mi preocupación y hasta mi temor.
Asistí el día miércoles en la noche al velatorio de Palingo (Arsenio Montero Valenzuela), un poco de menor edad que yo, pero criados juntos en el Batey Walterio, soy amigo de la familia, casi nos tratamos como hermanos. Cuando vi a su madre y hermanos destrozados, gentes humildes pero unidos, buenas personas, decentes, honestos, no pude controlar mi ira y me hice el compromiso de prestarles mis humildes servicios profesionales para que ese asesinato, hecho con saña, premeditación, asechanza y alevosía no quedara impune, era lo único que podía hacer ya por él, y en silencio le juré que mis esfuerzos serán verticales, no importa quien o quienes intercedan para procurar soluciones bajo el imperio de influencias malditas.
Las pruebas serán contundentes, precisas y sin que pueda existir la más mínima duda de la participación activa de sus autores, penosamente jóvenes pertenecientes a nuestro pueblo, a cuyos familiares les pido disculpas, pero la sociedad merece que se siente un ejemplo persuasivo para evitar nuevos hechos de sangres con tanto desprecio de la vida y nos corresponde a todos dar un paso al frente. Yo haré mi parte.
A Palingo lo llamó ella (omito el nombre por prudencia procesal) para que fuera a buscarla a la 70, carretera Manuel AurelioTavarez Justo (Dajabon-Montecristi), le hizo más de 7 llamadas, él le dijo que no podía ir porque su motor no tenía luz, lo presentía, pero al insistir decidió ir y llevó oculto un cuchillo. Dos malditos se escondieron en el monte, eran las 9 de la noche, cuando llegó al encuentro y mientras hablaba con la doncella, ignorando tan perversa celada, salieron esos dos canallas y le propinaron golpes, cuchilladas y tiros de perdigones (chagon), luego ella tomó el motor del ya moribundo muchacho, mientras ellos lo montaron en el motor de ellos en medio de ambos, salió delante dirigiendo sus huestes y condujeron a la 40, entrada a jaramillo, y allí culminaron su obra. Lo picaron, le rasgaron la ropa, lo arrastraron, intentaron agredir sus genitales, y le cercenaron el cuello.
Malditos sanguinarios, que al asistir a las audiencias de medidas de coercion solicitada por el Ministerio Público no mostraron arrepentimiento, ni remordimiento, ni compasión, nada, no parecen humanos.

Hoy pienso sí alguien así podrá vivir el resto de sus días con tan pesada carga espiritual, podrá conciliar el sueño, podrán decir esos infelices desalmados que son de este mundo?.
El tiempo es el mejor aliado de la justicia y la sanción es la mas trascendente respuesta del pecado de los hombres, apartarlo de la sociedad es un deber.
Por Santiago Caba