¡AY, SI YO FUERA…!
JUAN T H
Si yo fuera Miguel Vargas anularía la convención que “eligió” las nuevas autoridades del PRD y la pospondría para después de las elecciones congresuales y municipales, dado el hecho cierto de que hubo un fraude electoral interno que vulneró la voluntad de las bases del partido. Pero yo no soy Miguel Vargas.
Si yo fuera Orlando Jorge Mera no me mantendría en el cargo de secretario general del PRD durante otros cuatro años más debido a los cuestionamientos hechos por una buena parte del partido. No permitiría que mi buen nombre se vea envuelto en cuestiones fraudulentas, ni nada que se parezca. Como hijo de un hombre historia, ex presidente de la República, víctima de la maledicencia, la traición y el engaño, como lo fue sin duda Salvador Jorge Blanco, no aceptaría ninguna posición que entrañe dolo, fraude, mentiras, engaños o traiciones. Abogaría porque todo el proceso electivo se aclarara debidamente. Hasta que no se haga no asumiría la posición de secretario general. Si yo fuera Jorge Mera me preservaría para tiempos mejores. Me mantendría como una reserva política del PRD y del país. Pero yo no soy mi buen amigo Orlando Jorge Mera.
Si yo fuera Geanilda Vásquez, no permitiría que me proclamen secretaria de Organización del PRD. Tony Peña Guaba, al igual que Guido Gómez Mazara, tiene en su poder muchas pruebas del fraude que le hicieron. Si yo fuera Geanilda, por respeto a la memoria de Peña Gómez, no me mantendría indiferente ante la denuncia de fraude electoral que le hizo la cúpula del PRD a Tony. Geanilda fue una colaboradora de Peña. Una amiga. En honor a esa amistad con el líder estaría reclamando, junto a Tony, unas nuevas elecciones, limpias, democráticas, donde no se imponga el dinero, ni el fraude. Pero yo no soy Geanilda Vásquez.
Yo soy apenas uno de los tantos que ve con amargura como el PRD marcha hacia la derrota más humillante de toda su historia. Yo soy apenas uno de los que ve con tristeza como Miguel Vargas y su grupo destruye un partido que le costó tanto sacrificio, tanto sufrimiento, tanto dolor y tanta sangre al pueblo dominicano. Yo soy apenas uno de los que ve como la memoria histórica del PRD pretende ser borrada. Yo soy apenas uno de los que ve como el partido más democrático del país, el que más aportes hizo a la democracia y la libertad del pueblo dominicano ahora es el más antidemocrático, colocado a la derecha de la derecha política del país y del continente.
La Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral tiene en sus manos los casos de Guido Gómez Mazara y Tony Peña, entre otros. El fraude electoral está debidamente documentado. Se supone que el tribunal electoral debe darle ganancia de causa a Guido y Tony. La cúpula del PRD anda diciendo por ahí que no habrá problema, que la Cámara Contenciosa está amarrada, que nuevamente el presidente Leonel Fernández, al igual que cuando Hipólito Mejía presentó el recurso oponiéndose a las reservas, llamará para hacer valer su influencia y su poder.
Sé, porque forma de mi trabajo de comunicador de más de 30 años, que el presidente de la República influyó en la decisión anterior de la Cámara Contenciosa. Y lo hizo, no por Miguel Vargas, sino porque si la JCE anulaba las reservas de las candidaturas le crearía un serio problema al PLD y al gobierno. No creo que sea el caso ahora, pues de lo que se trata es de un fraude electoral interno que lejos de perjudicar al PLD, lo favorece enormemente. Estamos a menos de cuatro meses de las elecciones congresuales y municipales.
Si yo fuera juez de la Cámara Contenciosa de la JCE, al ver las pruebas del fraude, al analizar las actas, al ver la manera burda en que se violentó la voluntad de las bases del PRD, fallaría en favor de Guido Gómez Mazara y Tony Peña Guaba, devolviéndole así el poder a las bases de ese partido como lo ordenan los estatutos. Le devolvería al PRD la democracia que le ha sido robada. Pero yo no soy juez…
JUAN T H
Si yo fuera Miguel Vargas anularía la convención que “eligió” las nuevas autoridades del PRD y la pospondría para después de las elecciones congresuales y municipales, dado el hecho cierto de que hubo un fraude electoral interno que vulneró la voluntad de las bases del partido. Pero yo no soy Miguel Vargas.
Si yo fuera Orlando Jorge Mera no me mantendría en el cargo de secretario general del PRD durante otros cuatro años más debido a los cuestionamientos hechos por una buena parte del partido. No permitiría que mi buen nombre se vea envuelto en cuestiones fraudulentas, ni nada que se parezca. Como hijo de un hombre historia, ex presidente de la República, víctima de la maledicencia, la traición y el engaño, como lo fue sin duda Salvador Jorge Blanco, no aceptaría ninguna posición que entrañe dolo, fraude, mentiras, engaños o traiciones. Abogaría porque todo el proceso electivo se aclarara debidamente. Hasta que no se haga no asumiría la posición de secretario general. Si yo fuera Jorge Mera me preservaría para tiempos mejores. Me mantendría como una reserva política del PRD y del país. Pero yo no soy mi buen amigo Orlando Jorge Mera.
Si yo fuera Geanilda Vásquez, no permitiría que me proclamen secretaria de Organización del PRD. Tony Peña Guaba, al igual que Guido Gómez Mazara, tiene en su poder muchas pruebas del fraude que le hicieron. Si yo fuera Geanilda, por respeto a la memoria de Peña Gómez, no me mantendría indiferente ante la denuncia de fraude electoral que le hizo la cúpula del PRD a Tony. Geanilda fue una colaboradora de Peña. Una amiga. En honor a esa amistad con el líder estaría reclamando, junto a Tony, unas nuevas elecciones, limpias, democráticas, donde no se imponga el dinero, ni el fraude. Pero yo no soy Geanilda Vásquez.
Yo soy apenas uno de los tantos que ve con amargura como el PRD marcha hacia la derrota más humillante de toda su historia. Yo soy apenas uno de los que ve con tristeza como Miguel Vargas y su grupo destruye un partido que le costó tanto sacrificio, tanto sufrimiento, tanto dolor y tanta sangre al pueblo dominicano. Yo soy apenas uno de los que ve como la memoria histórica del PRD pretende ser borrada. Yo soy apenas uno de los que ve como el partido más democrático del país, el que más aportes hizo a la democracia y la libertad del pueblo dominicano ahora es el más antidemocrático, colocado a la derecha de la derecha política del país y del continente.
La Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral tiene en sus manos los casos de Guido Gómez Mazara y Tony Peña, entre otros. El fraude electoral está debidamente documentado. Se supone que el tribunal electoral debe darle ganancia de causa a Guido y Tony. La cúpula del PRD anda diciendo por ahí que no habrá problema, que la Cámara Contenciosa está amarrada, que nuevamente el presidente Leonel Fernández, al igual que cuando Hipólito Mejía presentó el recurso oponiéndose a las reservas, llamará para hacer valer su influencia y su poder.
Sé, porque forma de mi trabajo de comunicador de más de 30 años, que el presidente de la República influyó en la decisión anterior de la Cámara Contenciosa. Y lo hizo, no por Miguel Vargas, sino porque si la JCE anulaba las reservas de las candidaturas le crearía un serio problema al PLD y al gobierno. No creo que sea el caso ahora, pues de lo que se trata es de un fraude electoral interno que lejos de perjudicar al PLD, lo favorece enormemente. Estamos a menos de cuatro meses de las elecciones congresuales y municipales.
Si yo fuera juez de la Cámara Contenciosa de la JCE, al ver las pruebas del fraude, al analizar las actas, al ver la manera burda en que se violentó la voluntad de las bases del PRD, fallaría en favor de Guido Gómez Mazara y Tony Peña Guaba, devolviéndole así el poder a las bases de ese partido como lo ordenan los estatutos. Le devolvería al PRD la democracia que le ha sido robada. Pero yo no soy juez…