Desde mi trinchera
Carta al Che
Por Félix Jacinto Bretón

Santiago, 8 de octubre, del 2008: Excúseme, camarada, sé que su nombre es Ernesto Rafael Guevara de la Serna, pero permíteme llamarte en confianza Che, como eres conocido en todo el mundo.
No quiero parodiar la carta que le escribiste al comandante Fidel, para desvanecer los rumores sobre una supuesta rivalidad que existía entre ustedes. Carezco, honestamente te lo digo, de las luces, de la inteligencia, de la madurez que tú tenías para querer igualarme a ti.
Pero de todas formas, camarada, quiero decirte que justamente en este día 41 años hace que la Agencia Central de Inteligencia, tomando como instrumentos a los “soldaditos bolivianos” de entonces, te arrancó la vida después que te agarraron vivo en La Quebrada del Yuro, Valle Grande, en Bolivia.
No sé en que lugar del Universo podrías estar. Pero no importa, pienso que San Pedro te acogió entre los suyos y que a lo mejor estaría sentado “a la izquierda” del Padre (claro, porque no te gustaba para nada la derecha) aunque no sea para venir a juzgar a vivos y a muertos, aunque para mi que tu reinado no tendrás fin.
De todas formas Che, quiero que sepas que si hay alguien consciente de que la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, ese soy yo. Por lo tanto, para mí, tú sigue más vivo que nunca.
Mas muertos están, te lo juro, los que miserablemente pretendieron terminar con tu existencia, un día como hoy, en el pueblito de La Higuera, donde estas convertido en San Ernesto. Bien, Che, excúsame, son disquicisiones mías.
Camarada, pienso que alguien te habrá contado que aquellos que participaron en tu muerte física, han sido victimas de una maldición. Son pocos los que hoy en día viven. La mayoría ha pasado “a mejor vida”. Dicen que es la maldición tuya que ha caído sobre ellos.
Y mira que ironía, Mario Terán, el que te dio ”el tiro final”, estaba prácticamente ciego y pudo recobrar la vista porque médicos de Cuba, que participan en la Operación Milagros en Bolivia, lo intervinieron quirúrgicamente, olvidándose de lo que te hizo 41 años atrás.
Che, en el tiempo que ha transcurrido desde que partiste de la tierra, se han registrado millones de acontecimientos. No podrías contártelos uno por uno porque espacio no habría en estas recortadas líneas. A grosso modo te diré que África ha ido cambiando, que el apartheid, el mismo que fuiste a combatir a esas lejanas e inhóspitas tierras, desapareció. Mientras que a lo mejor te enteraste que los yanquis debieron de salir “con el rabo entre las piernas” de Vietman.
La Unión Soviética y sus satélites se derrumbaron. Mijail Gorvachov le dio, con su glasnot y perestroika, el tiro de gracia al socialismo, para perdición del pueblo. Ahora, Rusia resurge de nuevo y apunta a recobrar el esplendor y la fuerza perdida en el mundo.
En América Latina las cosas son diferentes, amigo Che. Cuba sigue tan revolucionaria y socialista como la dejaste. El viejo Fifo, el Comandante, por problemas de salud no está al frente de la nación, pero su hermano Raúl, que conociste muy bien en la Sierra, ha seguido con las riendas.
Fifo, sin embargo, no está liquidado totalmente, como los enemigos de Cuba, la Revolución y de él, han propagado. Escribe periódicamente sus “Reflexiones” que son verdaderas cátedras de sinceridad y de sapiencias.
Che, también te digo que en Venezuela hay un Comandante que es todo un “matatán”. Ese es Hugo Rafael Chávez Frías, quien se ha convertido en un combativo líder en toda América Latina y otras latitudes. Chávez es un aliado fiel de Cuba y un anti-imperialista “rayé”.
Pero eso no es todo. En Bolivia, donde los soldaditos te sorprendieron el 8 de octubre y horas después te asesinaron fría y cobardemente, hay un presidente indígena que reivindica tu nombre: Evo Morales. Incluso, este 8 de octubre ¿quién lo iba a pensar? Evo estuvo en el propio lugar donde caíste para rendirte un sentido homenaje.
Y sigo contándote, Che. En Nicaragua está al frente del gobierno Daniel Ortega Saavedra, del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Pienso que te inspírate en la lucha de Sandino cuando abandonaste tu bata de médico y te enganchaste el fusil guerrillero.
También, Che, en Ecuador hay un gobierno progresista dirigido por Rafael Correa, en Brasil está Lula, en Argentina Cristina, en Chile Bachelet…y hasta en Honduras las cosas son diferentes. El presidente Manuel Zelaya se ha alineado al Alba, que impulsa Chávez, y recientemente rehusó darle el placed a un diplomático yanqui, en algo que ha sorprendido al mundo.
Che, amigo, de seguro te habrás enterado de que los Estados Unidos, ese mismo imperio que combatiste hasta el final de tus dias, se metió en Afganistán y más tarde fue a Irak para salir “en dias”, según sus planes, pero la puerca ha retorcido el rabo, para decírtelo en buen dominicano, y los gringos llevan años en esas tierras sin que se vea el final de la guerra. La sal, parece, le ha salido más que el chivo.
Che, pasando a otro tema para ahorrar espacio, quiero decirte que el “imperio se derrumba” en lo económico. En estos dias hay una crisis que ha hecho tambalear el wall street, y la bolsa..de valores está desde entonces “con el moco pa´bajo” sin que aparezca una viagra que la levante. Bush puso en marcha un plan que envuelve 700 mil millones de dólares ¡pero nada! dicen que ya es tarde para ablandar habichuelas.
Ay, camarada, no quiero terminar esta cartita sin decirte lo orgulloso que nos sentimos de cinco hermanos que sufren la injusticia de una larga condena en cárceles norteamericanas. Me refiero a Gerardo Hernández
Fernando González, Antonio Guerrero, René González y Ramón Labañino. El imperio, como forma de hacerle una “maldad” a la Revolución y a Cuba, los han condenado a largas penas en un juicio amañado y fuera de toda norma jurídica. Pero esos cinco hermanos son tan tercos como tú en la defensa de la justicia y en el combate contra el terrorismo, pues mantienen una actitud gallarda y heroica sin doblegarse para nada, haciendo quedar en ridículos a quienes los condenaron.
Debo de ir terminando, Che, pues el espacio se me agota. Me faltan muchas cosas por contarte. Será en otra oportunidad. Sin embargo, quiero decirte en estas líneas finales que tu lucha y tu sacrificio no fue ni será en vano. Que tu ideal ha prendido en mucho, aun en adolescentes como Bretoncito, un sobrino que es loco contigo, y en Nilse, hijo de la profesora Nieves que vive en Hatillo Palma, el cual tiene en su habitación en una foto gigante y hasta conserva un álbum como un tesoro con imágenes tuyas.
Me despido, diciéndote que hoy acudí como invitado a los programas de “Lo mejor con Facenda”, por el Canal 25, y a “Puntos y Enfoques” de Carlos Manuel Estrella, de Teleuniverso Canal 29, para recordarte y rendirte un sencillo homenaje en el 41 aniversario de tu partida física. Seguimos junto a ti defendiendo las causas justas por las que luchaste y caíste el 8 de octubre de 1967.
Contigo repito ¡hasta la victoria, siempre! ¡Seguimos en combate!