Comparte Lazo con productores en Valle de Caujerí
VALLE DE CAUJERÍ, Guantánamo.— Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, convocó a convertir esta importante zona en ejemplo de desarrollo de la agricultura en el país.
En visita al Valle de Caujerí fué informado que está en marcha un programa de desarrollo integral, el cual contempla la ejecución de numerosas tareas, entre ellas la construcción del Trasvase Sabanalamar-Pozo Azul, la rehabilitación y modernización del sistema de riego de unos 85 kilómetros de tubería principal, y el montaje de una industria para el procesamiento de tomate y frutas.
Lazo conoció que el trasvase está prácticamente concluido y que gracias al valor de uso que desde el 6 de agosto último comenzó a dársele ya se han trasegado 4,5 millones de metros cúbicos de agua desde el río Sabanalamar hasta la presa Pozo Azul, con lo cual se han dejado de consumir 6 118 MWh, que representan un ahorro de 1 285 toneladas de diesel, equivalentes a 771 000 dólares.
El avance físico alcanzado en el sistema de riego permite reducir en un año su plazo de entrega y que en estos momentos esté en fase de prueba en las primeras 248 hectáreas.
El miembro del Buró Político sostuvo que en estos momentos es vital trabajar con la celeridad y el estilo exigidos por el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, sin que ello vaya en detrimento de la calidad de las tareas.
En su intercambio con los principales productores, trabajadores y dirigentes de la provincia y del municipio de San Antonio del Sur (al cual pertenece Valle de Caujerí), Lazo se interesó por el estado de las siembras de tomate y garbanzo en este emporio agrícola, y por las acciones que acometerán para cobrar el agua y hacer un uso racional de este vital recurso.
Acompañado por Jaime Crombet, vicepresidente de la Asamblea Nacional y Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la provincia, así como Luis Fernando Navarro, presidente del Gobierno, Lazo visitó el Alto de Quimbuelo, punto desde donde en 1977 el Comandante en Jefe Fidel Castro expusiera su idea de convertir a Valle de Caujerí en un jardín productivo
Sueño con ver la Habana restaurada
“No he hecho más que dar continuidad, en nuevas circunstancias, a la voluntad política del Estado cubano de salvarlo todo, faceta siempre presente en la historia de la Revolución”, comentó Eusebio Leal a Granma
Dice un viejo proverbio que el rostro es el reflejo del alma, pero hay quienes saben ocultarlo con sagacidad y entrega a nobles causas: hombres de extraordinaria sencillez, profundas raíces de identidad, sentido de pertenencia y amor por Cuba, como Eusebio Leal Spengler.
Atendiendo a sus responsabilidades en la dirección de la Oficina del Historiador, la Restauración y el Patrimonio Cultural, Granma quiso conocer especialmente cuáles son los principales planes de desarrollo para los próximos años.
Con palabras tan "sueltas" como su propio andar por las calles de la ciudad, expresa convencido: "Quisiera detener el tiempo para cumplir el sueño de ver La Habana restaurada. La gran angustia consiste en cuánto queda por hacer, de modo que lo más importante es el accionar cotidiano.
"Cuando se pierde algo lo hemos llorado, pero cuando restauramos hasta el más pequeño objeto, sabemos que es un paso más para lograr nuestro propósito final. Quisiéramos tener más, el país quisiera poder hacer más, pero a veces no es posible".
—¿Cuáles son los principales planes de desarrollo del Centro Histórico para los próximos años?
"El Plan Maestro para el desarrollo integral del Centro Histórico tiene una concepción muy clara. Estamos estableciendo algunos polos de desarrollo dentro del Centro Histórico que, momentáneamente, quedarán aislados, pero luego irradiarán hasta salir al encuentro de otros puntos de la Ciudad en los que se labora.
"Estamos acometiendo muchas obras en el centro histórico de Guanabacoa; la Casa de las Tejas Verdes situada en Quinta Avenida; la restauración del Alma Máter de la Universidad de La Habana; el monumento de José Martí en la Plaza de la Revolución; la Quinta de los Molinos... Además, en febrero comenzamos restauraciones en el Capitolio. Ya está deshabitado y estamos planeando las operaciones a ejecutar, las cuales entrañan un alto nivel simbólico por ser esta obra monumento nacional y escenario de grandes acontecimientos.
—¿Qué participación tiene la comunidad en estos proyectos, y cómo actúa?
"Hay lugares donde ha prendido la idea como una labor comunitaria, y la gente participa porque es la regeneración de su propio hábitat, su entorno, su casa.
"Teníamos que optar por solucionar infinitos problemas individuales —casas con peligro de derrumbe— o abordar las deficiencias comunitarias, como crear un hogar materno infantil, un centro para niños discapacitados, otro para las emergencias, en Belén, un centro de salud mental y las escuelas taller¼ Todo eso supone la iluminación pública, que contribuye a la seguridad de la ciudadanía. Ha sido un poderoso aporte comunitario.
—¿Qué hacer para que los habitantes de esta ciudad y de otras se comprometan con su entorno?
"El país ha comenzado a moverse, lo importante es que cada cual asuma su responsabilidad ante el cambio, ante la trasformación, sin abandonar el honroso concepto de que somos una nación unida. Necesitamos el consenso de todas las fuerzas posibles para llevar adelante la magna tarea de restaurar y cuidar.
—¿Cómo llega el programa de restauración a otros sitios de indudable valor para devolverles su antiguo esplendor?
"Ya llegó a Baracoa, a Puerto Príncipe (hoy Camagüey) y me siento honrado de ponderar el trabajo en Cienfuegos, logrado por la unidad, con un sentido pragmático, la utilización escrupulosa de los recursos y la participación comunitaria.
"Empezamos con una pala y un pico, pero hoy somos algo más: un movimiento fuerte. Hay un Historiador de la ciudad en cada pueblo, con los cuales mantengo comunicación. La Oficina presta asistencia, tanto moral, y a veces material, en la formación y preparación de especialistas en todo el país.
"Valga ahora el empeño y voluntad para salir adelante, no malgastar, tener capacidad de persuasión hacia las autoridades, hacia el pueblo, para lograr ese prestigio que nos hace ser hombres de bien con acogida social e impacto en la comunidad".
Para Eusebio Leal este esfuerzo por rescatar nuestro patrimonio histórico nace de una multitud que trabaja en el anonimato, también merecedora de salir a la luz.
Llega a Haití nuevo grupo de la Henry Reeve
Un nuevo grupo de 60 cooperantes sanitarios cubanos integrantes del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve llegó este jueves a Puerto Príncipe, la capital de Haití, para sumarse a la Brigada Médica Cubana en la lucha contra la epidemia de cólera que sufre esta nación caribeña.
La Brigada dispone ahora de un total de 1 295 miembros, de los cuales 515 son médicos, 447 enfermeras, 244 técnicos y 89 de personal de apoyo.
Hasta esta jornada los colaboradores de la salud cubanos y latinoamericanos miembros del colectivo han salvado la vida a más de 44 000 haitianos enfermados con el cólera, mientras lograron reducir la tasa de letalidad de la epidemia a 0.61% en los pacientes que atienden.
Por su parte, el Ministerio de Salud Pública de República Dominicana confirmó este jueves nueve casos más de cólera, lo que eleva a 82 la cifra total de enfermos por tal motivo en su territorio. En EE.UU. también se han reportado infectados por el mal.
Enfermedades crónicas no trasmisibles
Las enfermedades crónicas no trasmisibles continúan siendo, en el año que finaliza, las principales causas de muerte en Cuba, de ingresos hospitalarios, de discapacidad, y como lógico resultado ocasionan los mayores gastos al sistema nacional de salud.
Entre ellas se encuentran las del corazón, los tumores malignos, las cerebrovasculares, la diabetes mellitus, las respiratorias crónicas, la cirrosis hepática y la enfermedad renal crónica.
Punto y aparte para la hipertensión arterial, que ocupa el primer lugar de las atenciones de urgencia en los policlínicos y hospitales generales, porque cuando no se controla adecuada y sistemáticamente puede generar dolencias cardíacas, cerebrales, vasculares, renales y trastornos visuales severos.
Sustentado en esta realidad sanitaria, el doctor Orlando Landrove Rodríguez, jefe del Departamento Nacional de Enfermedades no Trasmisibles del Ministerio de Salud Pública, al hablar ayer en un taller con representantes de los medios de comunicación social, propuso a periodistas y otros comunicadores "pasar del trabajo preponderantemente informativo al eminentemente educativo".
Ello estará en correspondencia, precisó, con uno de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución (el 147), que plantea "fortalecer las acciones de promoción y prevención que retardan o evitan la aparición de las enfermedades crónicas no trasmisibles y sus secuelas".
Bien entendido que este es un problema complejo que rebasa las acciones del Ministerio de Salud y requiere de la participación activa de otros sectores y de la sociedad.
Aunque son conocidos por la población los factores de riesgo de las no trasmisibles, es preciso continuar elevando la percepción de riesgo de nuestros ciudadanos en el control del tabaco (evitar el hábito de fumar), mantener un régimen alimentario saludable, con bajo consumo de sal, realizar actividades físicas y evitar la obesidad y el exceso de bebidas alcohólicas.
La Organización Mundial de la Salud ha lanzado la meta de reducir la tasa de mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles en un 2% cada año durante la próxima década, y se dispone ya de los conocimientos científicos necesarios para lograr esa meta.
Para ello tenemos que empezar por desterrar algunas medias verdades que en ocasiones invocamos: "De algo nos tenemos que morir". Sí, acotó el doctor Landrove, la muerte es inevitable, pero no tiene por qué ser lenta, dolorosa o prematura.
El país que viene
Se va el 2010 y los cubanos lo despiden con una revolución dentro de la Revolución... Ese, sin la menor duda, ya es el gran tema de las reuniones y celebraciones familiares de este diciembre inédito, que han encontrado en la más reciente reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular la gasolina necesaria para el debate. Silvio Rodríguez, por ejemplo, afirma que "este Parlamento ha dicho lo que yo hubiera querido decir"; y el mecánico Guillermo dice contento que "por fin haremos lo que Fidel nos dijo en eso de cambiar todo lo que debe ser cambiado".
Ahora mismo, no estamos hablando de "el año que viene", sino de "el país que viene". Ese que Silvio, el autor de Ojalá, augura "esperanzador". Entre muchas cosas, porque vamos con "los pies en la tierra". Ese país en el que el joven Alejandro quiere trabajar, construir una familia y ser feliz. Ese país convocado a ser mejor, con el orgullo de no renunciar ni a un milímetro de la gloria que ha vivido. Ese país que tiene el difícil reto de continuar construyendo un futuro de la talla XL de su Historia.
Pero ese sueño no se alcanza solo con deseos: también es imprescindible que el futuro nos encuentre trabajando. Lo advierte Néstor, quien descubre en la actual estrategia económica la brújula que nos marca el sendero hacia el futuro. De eso se trata el Proyecto de Lineamientos debatido por el Parlamento y que el pueblo continúa analizando: un plan estratégico de acciones; acompañado —como apreciamos en el discurso de Raúl— de los movimientos tácticos necesarios para alcanzar los objetivos y convertir en realidad los planes e ideas. El General de Ejército nos ha ilustrado claramente que la relación de estos dos conceptos es fundamental y no podemos aplicarlos de forma independiente: sin táctica no se concreta la estrategia. Sin lineamientos, la táctica no tendría objetivos claros y su aplicación sería errónea.
Si algo tiene descolocados a los "cubanológos" —esos oráculos que todos los diciembres auguran el fin de la Revolución—, es que vamos a transitar un 2011 con unos grandes desafíos, pero con una inmensa claridad en las estrategias y tácticas que nos permitirá emerger como una nación que asegura su economía, para blindar su independencia; una Patria en la que nuestros hijos y nietos no se avergüencen de crecer y vivir; un país unido y diverso, en el que desatemos de una vez esos llamados nudos que inmovilizan las fuerzas productivas y los nudos mentales que para cada solución nos inventan un problema. Lo cierto es que el país que viene, aunque urgido de ser más socialista (para no dejar jamás de ser más justo), va a ser diferente. Un país mejor.
En el 2011 no vamos a resolver los problemas por arte de magia. Pero como lo definió Raúl en su discurso del 18 de diciembre, "es el primero de los cinco incluidos en la proyección a mediano plazo de nuestra economía, periodo en el que, de manera gradual y progresiva, se irán introduciendo cambios estructurales y de conceptos en el modelo económico cubano". No va a resultar para nada un año fácil, pero con la reducción de los gastos superfluos y apretando las clavijas del ahorro, además de todas las estrategias que comenzarán a aplicarse en pos de la productividad, el país va a latir con más fuerzas, mostrando renovadas energías.
Quizás una de las mejores cosas que nos van a pasar el próximo año, será la de nuestro indispensable proceso de aprendizaje de los temas económicos. Y no para convertirnos en teóricos del tema, pero sí para entender las categorías básicas que conforman la Economía de la nación y cómo lograr su reflejo en el bolsillo individual y en las cuentas domésticas, para que el PIB, esa sigla que hoy podemos nombrar indiferentes, no nos parezca distante; y comprendamos mejor porque "el plan y el presupuesto de la nación son sagrados y se elaboran para ser cumplidos".
El país que viene, como se ha estudiado meticulosamente, tiene que ser el que preserve y eleve la calidad de la salud, la educación, la cultura y el deporte, conquistas sociales de las que siempre nos enorgullecimos y que hoy pueden ser potencialmente mejores. Cuba, por los altos niveles de instrucción alcanzados, tiene que ser necesariamente una nación de elevados estándares en los servicios, en la educación cívica de sus ciudadanos y en la aplicación de los tres principios éticos-morales de la civilización inca, que Raúl incluyó en su discurso ante el Parlamento: no mentir, no robar, no ser holgazán.
El año próximo no nos traerá todas las soluciones, ni nos devolverá resultados con la rapidez que deseamos; pero si va a convertirse en definitorio para transformar métodos, mentalidades y enrumbar al país por el camino que anhelamos. Cuando Raúl nos dice que "no hay que temerle a las discrepancias de criterios", y nos advierte de la nociva "falsa unanimidad basada en la simulación y el oportunismo", nos está hablando de cambiar un estado mental, de que las ideas desplacen las consignas, de que el secretismo deje de ser la cobija de los ineficientes y de los enemigos de la rectificación. Sin ese prisma sería imposible otear el horizonte que hoy es letra y concepto en el Proyecto de Lineamientos Económicos.
El país que viene —en el 2011 y más allá—, va a ser, inevitablemente, el del socialismo sin igualitarismo; el del trabajo y el salario como fuente de vida; el de múltiples modalidades de empleo y el que busca (con el incremento de la producción de bienes) una sola moneda; el fin de las plantillas infladas y de las empresas con pérdidas; el de ponerle mano dura al derroche de recursos y a la improvisación en los procesos inversionistas; el de producir en nuestros campos lo que hoy importamos inexplicablemente; el del despegue del trabajo por cuenta propia y el del cumplimiento por los contribuyentes de sus obligaciones tributarias; y también el de la abolición de las prohibiciones irracionales, para que el absurdo no alimente más violaciones, corrupción e impunidad.
En ese país al que le ajustamos hoy las velas, entre todos los cubanos patriotas, los periodistas tendremos que ser más periodistas: informar y no desalentar jamás; investigar y no desmayar ante los errores y el secretismo. Cumpliríamos así con un prelineamiento que el propio Raúl nos trazó el 9 de julio pasado, cuando escribió en nuestro diario La Coletilla: "... considero que este es el espíritu que debe caracterizar a la prensa del Partido en sus exámenes, ser transparentes, críticos y autocríticos, porque es la manera en que podremos extraer la única utilidad que tiene el análisis sincero de los errores: sacar las experiencias; de lo contrario, seguiremos ocultándolos y repitiéndolos una y otra vez, como ha estado sucediendo".
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CARLOS ALVARADO GARRIGO
TERCER SECRETARIO
OFICINA DE PRENSA
EMBAJADA DE CUBA
REPUBLICA DOMINICANA
http:// embacu.cubaminrex.cu/dominicana
Cinco cubanos antiterroristas llevan ya 12 años encarcelados, mientras un terrorista confeso, Luis Posada Carriles, es puesto en libertad. www.antiterroristas.cu www.familiesforjustice.cu