Madre de antiterrorista cubano visita Dominicana


Santo Domingo, 13 sep (PL) Mirta Rodríguez, madre de Antonio Guerrero, uno de los cinco antiterroristas cubanos condenados hace 14 años en Estados Unidos, llegará hoy a República Dominicana, donde conversará sobre la situación actual de esos luchadores.

  El viaje de esta mujer, de más de 80 años de edad, es parte de las acciones a favor de la excarcelación de su hijo, Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y René González, expresaron a Prensa Latina amigos de la mayor de las Antillas.

Roberto Payano, coordinador nacional de la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba, adelantó que Mirta Rodríguez tendrá un encuentro con la organización solidaria el próximo 16 de septiembre.

La víspera, este grupo entregó en la Embajada de Estados Unidos aquí una carta para el presidente Barack Obama en la cual pide el indulto de los Cinco, como son conocidos los antiterroristas a nivel mundial.

Solicitamos que disponga, mediante amnistía, la libertad de Gerardo, Fernando, Ramón, Antonio y René para restaurar el sentido de justicia, señala el texto.

Recuerda que Cuba ha sido víctima de una política de agresión por Estados Unidos a partir del inicio de la Revolución en 1959, y desde territorio norteamericano se han auspiciado múltiples acciones contra la isla caribeña.

Ante esa situación, precisa el documento, la mayor de las Antillas ha tenido que defenderse e infiltrar los grupos terroristas que operan abiertamente en Miami y otras ciudades estadounidenses.

En esa labor se desempeñaban los Cinco cuando fueron detenidos el 12 de septiembre de 1998 y condenados a penas que llegan hasta doble cadena perpetua más 15 años de cárcel, subraya la comunicación.

Agotados los recursos legales, usted (Obama) y solo usted puede dar solución al presente caso, y se logre que estos cinco hombres retornen a su patria, añade.

La misiva también se refiere a la situación de René González, quien estuvo encarcelado hasta el 7 de octubre de 2011, y ahora cumple tres años de libertad supervisada en suelo norteamericano.

Su seguridad personal, expone, está más amenazada en las calles de Estados Unidos que detrás de los barrotes ignominiosos.

Después de marchar desde la Plaza Bolívar hasta la Embajada estadounidense, donde un cordón de la Policía Nacional, impidió un mayor acercamiento de los amigos de Cuba a la sede diplomática, los principales dirigentes de la Campaña entregaron la carta.

Según Payano, un agregado político, encargado por el embajador norteamericano recibió el documento.

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